Hagan hueco en la Caverna

Esta es la cuarta cuaresma que les escribo desde aquel añorado Privilegios Cofrades. Año tras año, tras aquel primer sábado de cuaresma, acostumbro a escribirles sobre Semana Santa, pero este año sinceramente les digo que a pesar de buscar insistentemente algún tema paponil que me diera la inspiración suficiente para darles mi opinión, no he conseguido encontrarlo. Estoy agotado y me preocupa, porque temo convertirme en un papón de Viernes Santo, o lo que es peor, un miembro de la Caverna Cofrade. No crean que todo esto es el resultado de mi falta de ilusión, que de eso voy sobrado. Estoy hastiado de las pocas ideas que hay, del poco talento que se pone encima de la mesa, de la poca clase de algunos individuos, aquellos que se dedicaron a criticar a los dinosaurios y ahora son ellos los que repiten la historia.

Pero como ni quiero convertirme en el cascarrabias de turno, ni mucho menos en la presa fácil de la Caverna (que estos días abren los armarios para sacar brillo a los emblemas de plata que lucirán en las solapas de sus ‘scalpers’), voy a cambiar el discurso y a hablarles de otro colectivo donde claramente hay indicios de Caverna.

Recién cubiertos de gloria y reflejando ese carácter leonés que nos distingue (y autolesiona), y que nos ha llevado en muchos momentos de nuestra historia a ser un pueblo dócil, leo, sin dar crédito en este periódico que la Universidad Católica de Murcia está estudiando la posibilidad de crear un campus en la capital de la gastronomía, donde entre otras se impartiría el grado de odontología.

El colectivo de odontólogos, con su presidente a la cabeza, muestra su «frontal rechazo» a este campus, así, sin despeinarse ni nada.

Vayamos por partes, si no me equivoco aún estamos llorando, pidiendo inversiones, empresas, industria, facilidades para nuevos negocios, nuevas oportunidades… pero tenemos los arrestos de salir al ruedo, con luz y taquígrafo, para pedir poco más o menos que: «mire que mejor que no vengan que ya somos muchos y la tarta va muy repartida».

No se olviden que además de venir a estudiar, vienen a vivir, a comprar, a cenar… y sobre todo a dar vida.

Facultades de periodismo hay muchas y de muchos colores y ojalá alguna viniera a León, y también tiendas de todo tipo, kioskos de prensa, gimnasios, ferreterías…

Y si no lo tiene claro, estimado presidente, me ofrezco a presentarle un comerciante que tiene tres tiendas al lado que venden lo mismo y los tres desayunan juntos.