Hacienda recaudó el pasado año en León 10 millones de euros en multas

Las sanciones derivadas de inspecciones generaron 2,7 millones a la Agencia Tributaria

I. Herrera
08/11/2017
 Actualizado a 12/09/2019
Sede de la delegación de la Agencia Tributaria en la capital leonesa, en la Gran Vía de San Marcos. | DANIEL MARTÍN
Sede de la delegación de la Agencia Tributaria en la capital leonesa, en la Gran Vía de San Marcos. | DANIEL MARTÍN
Casi diez millones de euros ingresó la Agencia Tributaria el pasado año en la provincia de León por recargos de apremio, intereses de demora y sanciones tributarias, una cifra que, desde el inicio de la crisis, se ha multiplicado por dos y un poco más. Estos capítulos suponían en 2007 alrededor de 4,4 millones de euros, en 2016 fueron 9,5, según los datos extraídos del informe anual de recaudación tributaria de publicado este año. Sólo de las sanciones tributarias, es decir, de multas derivadas de las inspecciones de Hacienda realizadas en territorio leonés, las arcas públicas ingresaron 2,7 millones de euros, una cifra que hace una década no llegaba a 1,5 millones.

De acuerdo con estas estadísticas hechas públicas por el fisco, durante el pasado ejercicio los leoneses pagaron cerca de 10 millones de euros al erario público en base a los derechos de estos tres tributos del Capítulo III: 4,3 millones por recargos de apremio, 2,4 millones por intereses de demora y 2,7 millones por sanciones tributarias. En comparación con lo recaudado en el ejercicio anterior se constata una reducción en los ingresos por recargo de apremio (fueron 4,8 millones en 2015), que se compensa, y acaba engordando aún más el montante total, con el incremento en la recaudación por intereses de demora (de 1,7 millones a 2,4) y sanciones tributarias (de 2,1 millones a 2,7). Estos tres conceptos suponían en 2015 una cuantía total para el fisco de 8,5 millones de euros.

Respecto a 2007, en términos absolutos la mayor variación se encuentra en los recargos de apremio –por ser también el procedimiento más frecuente, ya que es el primer paso que da la Administración una vez que el contribuyente no ha satisfecho sus obligaciones dentro del plazo voluntario de pago–. Así la diferencia entre lo recaudado por recargos de apremio en el 2007 y en el pasado ejercicio es de más de dos millones, mientras que en lo referente a los intereses de demora la diferencia es de 1.385.000 euros, y la de las sanciones tributarias de 1.292.000 euros.

Por otra parte, es reseñable el aumento de la recaudación del capítulo III (Tasas y otros ingresos) frente al descenso de la recaudación general del fisco desde que comenzó la crisis. Si bien lo recaudado dentro del mencionado capítulo III es más del doble, al pasar de 5 millones en 2007 a 10 millones en 2016, la recaudación total ha caído un 28%, de 747,5 millones en 2007 a 538,9 en el pasado ejercicio, según las cifras de la propia Agencia Tributaria. Eso sí, respecto al periodo inmediatamente anterior ha habido un aumento significativo del 8,7%.

De estos datos se desprende que el descenso de la recaudación general como consecuencia de la menor actividad económica ha venido acompañada de un aumento de los impagos por la merma de los ingresos de los contribuyentes que, además, han visto como la presión fiscal no se reducía en la misma medidad, arrastrando al deudor a mayores deudas en concepto de recargos de apremio, intereses de demora y sanciones tributarias. Lo prueba el hecho de que la Agencia Tributaria recauda menos en general, pero mucho más por impagos.
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