"Hacíamos fichas a mano de lo que se compraba, y todas las nóminas de los trabajadores se pagaban en metálico"

Toda la gestión se hacía con calculadoras de palanca, ya que los ordenadores llegaron años más tarde

S. Jorge
29/04/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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La apertura de la Residencia fue en el mes de abril de 1968, pero desde mediados de marzo ya trabajaban allí cinco administrativos encargados de iniciar la gestión de lo que iba a ser el hospital de referencia de la Seguridad Social en León. «Todo lo hacíamos a mano, y también con máquina de escribir, por lo que si había que hacer copias, se utilizaba papel de calco». Así lo explica Josefina González, una de las profesionales que trabajó desde el principio en el Virgen Blanca dentro del departamento que tenía que controlar todo el aspecto económico y de gestión del centro.

Por eso aún recuerda los métodos casi rudimentarios para llevar la fiscalización de todo lo que se compraba. «Hacíamos fichas a mano de todo», para así saber qué era lo que entraba, qué era lo que se necesitaba en cada quirófano o espacio del hospital, «desde la penicilina hasta las lechugas», afirma.

Otra de las claves de su departamento es que «tenían que cuadrar todos los números, céntimo a céntimo», de ahí que las cuentas de esos años se hicieran tan meticulosamente, para que nada se escapara. Es más, se utilizaban «calculadoras de palanca» para facilitar la gestión, puesto que los ordenadores tardaron bastantes años en entrar al hospital leonés, por más que fueran tan necesarios para que hubiera un control total de todo el dinero.

Una de las cuestiones que recuerda Josefina González es que «las nóminas se pagaban en metálico en un sobre», puesto que era la forma habitual en la que se abonaba el salario en aquellos años.
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