Hacer historia

Hoy me he sorprendido a mí misma cuando me ha venido a la mente el siguiente pensamiento: dentro de algunos años los niños, en el colegio, estudiarán nuevos episodios de la historia de España que aún no existían en mis libros. ¿Los casos de corrupción política entrarán en los exámenes? Pobres de los que vengan detrás... Lo que sí es seguro es que la única moción de censura que ha conseguido tumbar a un jefe del Ejecutivo en toda la historia de nuestro país sí va a formar parte de nuestra trayectoria contemporánea. Y todo ello dos años después de otro episodio inédito: la incapacidad de formar gobierno y la repetición de unas elecciones generales. Y así seguimos escribiendo la historia, pero por desgracia con pocos logros positivos que destacar. No hemos descubierto la cura del cáncer, ni habitado nuevos planetas. Como mucho ganamos ‘Champions’, que para algunos ya es más que suficiente. Me preguntaban amigos de fuera de España que qué opinaba sobre el asunto, y cómo era el clima del país. Tener una opinión fundada sobre esto es difícil para mí. Primero porque no me gustan los extremos, y siguiendo el símil del fútbol, no voy a muerte con ningún equipo. A los que me podría acercar más son simplemente aquellos con los que considero que el país puede ir un poquito mejor o al menos me van a salvar de otra crisis. Pero eso no significa que no me decepcionen. El otro punto a considerar es que, aunque unos te gusten más que otros, la realidad es que en la actualidad no hay ningún partido que tenga un proyecto político sólido que dé respuesta a las necesidades del país: cohesión, unidad, pensiones, educación, sanidad, transparencia... Así que considero que la opción B no va a hacer frente a la opción A, es decir, no va a ser mejor. Contando que lo que teníamos tampoco era lo ideal. ¿Qué nos cabe esperar entonces? Otro periodo de incertidumbre en el que nuestra imagen como país se degrada cada día más y a una le da vergüenza que le pregunten ciertas cosas...