"Hacen falta menos ‘Rihannas’ y apoyar más lo que hay en casa"

Cuando las cosas funcionan, repetir experiencia se convierte en una apuesta segura. La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) triunfó hace unos meses con su multitudinario concierto en Espacio Vías. El mismo recinto acogerá esta noche (21:00 horas, 12 euros la entrada en taquilla) esta nueva visita de la banda burgalesa, en esta ocasión para dar buena cuenta de las canciones de su segundo disco, ‘La primavera del invierno’. Folk-rock destilado en las entrañas de David Ruiz, alma y guía espiritual de esta moda llamada La M.O.D.A. Charlamos con él en camiseta de tirantes, claro.

– En 2013 os preguntabais ‘¿Quién nos va a salvar?’. Ahora nos habláis de ‘La primavera del invierno’. ¿Un poquito de optimismo en la tormenta?

– No queda otra, hay que seguir hacia delante, aunque seguimos viendo más sombras que luces...

– Dicen que el segundo disco es siempre complicado, sobre todo cuando el primero ha sido todo un éxito. ¿Habéis sentido esa presión?

– Pues sí. Intentamos abstraernos de expectativas externas, de qué podía esperarse de nosotros... aunque al final la peor presión se la impone uno mismo. No queríamos repetir la fórmula de ‘¿Quién nos va a salvar?’ pero tampoco perder la espontaneidad del primer día. No ha sido sencillo.

– Santi García (Standstill, The New Raemon, Toundra) estuvo a los mandos de la producción. ¿Qué buscasteis en él?

– Hemos escuchado muchos discos suyos y de grupos muy diferentes. Todos nos gustaban, sonaban con personalidad... No sé, tienen algo. Trabajar con él ha sido importante para poder dar ese paso adelante que buscábamos con este disco. Con él dimos muchas vueltas al sonido de cada canción, a qué instrumentos utilizar, ‘amplis’, equipo... Se ha involucrado mucho en el proyecto, ha participado como si fuese uno más del grupo y estamos muy contentos con su trabajo.

– Los chicos de Mumford & Sons se están llevando palos por su nuevo disco. Dicen algulnos que han renunciado al folk para caer en las garras de la música más comercial. ¿La M.O.D.A. es y será incorruptible?

– Nosotros no tenemos nada que ver con Mumford & Sons ni con ningún otro grupo. La gente habla, necesita establecer comparaciones, etiquetas (folk/no folk, comercial/no comercial)... A nosotros nos da igual todo eso. Reivindicamos la libertad de expresión en el arte, que aunque parezca una redundancia, cada vez es más escasa. Que cada banda haga lo que le dé la gana, esto se supone que va de eso. Es lo único que se le puede exigir a un grupo: sinceridad.

– ¿Las temáticas de las canciones en este trabajo han sido más introspectivas que en el anterior?

– Puede. Para nosotros es complicado de decir desde nuestra perspectiva. Las letras, igual que en el primer LP, hablan de todo ese espectro que puede estar en la cabeza de cualquiera de nosotros. Hay amor y desamor, hay crítica e inconformismo (con el resto y con uno mismo), hay aspectos sociales, hay amistad, hay mil cosas. Nos influye todo. La realidad, lo que sucede en nuestro entorno, lo que imaginamos, lo que nos cuentan, lo que nos ocultan...

– Lleváis unos cuantos años sin parar. ¿Cuándo llegará la hora del merecido descanso?

– No sabemos. Hacer canciones y tocarlas en directo es una necesidad, mientras tengamos algo que decir y haya quien quiera escucharnos, seguiremos. Supongo que nos debe llenar mucho esto, porque es cierto que el ritmo que llevamos es fuerte (risas).

Reivindicamos la libertad de expresión en el arte, aunque lamentablemente es cada vez más escasa. A un grupo hay que exigirle sinceridad– Volvéis a León en cuestión de pocos meses. ¿Tan a gusto os sentisteis en vuestro anterior concierto?

– Mucho, la verdad. Nos trataron genial, el público respondió muy bien, vino un montón de gente... ¡No podemos pedir más!

– Dice una campaña publicitaria que Castilla y León es ‘Tierra de sabor’. ¿También de buena música?

– Sin duda, aunque no creemos en denominaciones de origen musicales o cosas así... Hay buenos grupos en cualquier lado. Falta apoyar más lo que hay en casa y menos ‘David Guettas’ y ‘Rihannas’, con todos los respetos.

– Lo de llevar las camisetas blancas de tirantes sigue vigente…

– Sí, y sin darle muchas vueltas se ha convertido en una forma de ser reconocibles e identificables para el público.

– Por cierto, y hablando de camisetas; ¿Eres futbolero?

– Cada vez menos. En el grupo hay de todos los colores, pero últimamente andamos relajados con el tema (risas).

– Hace unos meses me dijiste que la corrupción no es un problema exclusivo de los políticos. Pero estamos en año electoral y quizá de profundo cambio. ¿Qué me dices ahora?

– Sigo pensando lo mismo, no hay más que ver los resultados electorales en Andalucía. Hay desmotivación, desconfianza y hartura entre la gente de a pie. Pero al final, los de siempre se aprovechan de todo ese clima (propiciado por sus leyes, su visión de la educación y la cultura, sus televisiones...) para seguir robándonos la tarta en nuestra cara.