Hacen falta más comisiones

No ir a una fiesta de pueblo en todo el verano debería estar castigado en el Código Penal. Es innegable que hasta al más sieso a la hora de bailar –entre los que me incluyo– le gusta ir a mover la ‘patuca’ a cualquier verbena.

Sin lugar a dudas, los festejos rurales son la verdadera esencia del periodo estival. El motivo principal por el que, esos que están fuera, ansían volver al lugar donde han visto forjar sus raíces para vivir unos días de jolgorio y en los que a más de uno se le suele escapar la fiesta de las manos.

Pero con el paso de los años, y tras un importante número de juergas en mi radio de acción –con gran incidencia en el Páramo leonés y con visitas esporádicas a la ribera del Órbigo y a las tierras bañezanas–, uno se da cuenta que la grandeza de las fiestas de los pueblos va más allá de lo que se ve a simple vista.

Al amparo de mis vivencias y respetando siempre el esfuerzo de ayuntamientos y juntas vecinales, donde haya una comisión o asociación, hay una buena fiesta. Y a las pruebas me remito. Hace apenas una semana pude comprobar en primera persona cómo temblaban los cimientos de las bodegas de Valdevimbre con la Feria del Vino, que atrajo a miles de personas por el olor de sus chorizos y por su verbena. Y todo ello por el empeño de la comisión ‘La Facendera’, con muchas horas de trabajo en cinco días para poder hacer unas fiestas inolvidables.

Igual me pasa con Pobladura o Urdiales, que abren el inicio y el cierre de los festejos veraniegos en el Páramo y que, sin los eventos que organizan sus comisiones, sus fiestas no tendrían el éxito del que siempre gozan. Ahora suena con fuerza ‘Project Bercy’, un grupo de jóvenes amigos que impregnados de ilusión por dar vitalidad a Bercianos del Páramo han hecho de su típica semana cultural prácticamente unas fiestas.

Y digo esto porque no sabemos apreciar lo que tenemos hasta que lo perdemos. Me decía un buen amigo este domingo la tristeza con la que ve la decadencia de las fiestas de su pueblo en plena Montaña leonesa, carentes casi de actos, desde que desapareció su comisión. Así que yo, por si acaso, disfrutaré esta semana de ‘Project Bercy’ para no tener que lamentarlo en el futuro.