02/07/2019
 Actualizado a 15/09/2019
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El pasado miércoles, la Plaza Mayor saltó y vibró con la puesta en escena del grupo Tequila. Hicieron gala de su rock fresco, versionando un tema de Los Rodríguez, anunciaron la entrada de la tan temida ola de calor. Desde hace años el cambio climático se ha puesto en marcha, nos avisa y no nos lo creemos, cada vez las olas de calor serán la normalidad en nuestras vidas y teñirán la España dormida de rojo y amarillo, como a muchos les gusta. El calor no entiende de fronteras, traspasará todas las divisiones territoriales y dejará sin aire fresco a las familias más vulnerables o en riesgo de exclusión, que no podrán hacer frente al abuso de la factura de la energía, que tan acostumbrados nos tienen las empresas eléctricas. Mientras, esperamos un Gobierno que no llega, que se hace de rogar, lo necesitamos urgentemente, para aprobar un bono social, comprometiendo una cantidad presupuestaria suficiente que garantice el acceso a la energía, un Gobierno que aplique un IVA reducido y sobre todo que ponga en marcha el desarrollo de La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética.

¿Cómo se puede estar trabajando por encima de temperaturas de 35 grados?, las altas temperaturas conviven con la clase trabajadora, aumentado el riesgo de mareos, desmayos y golpes de calor. Las trabajadoras y los trabajadores, no pueden evitar la pérdida de concentración y de cansancio, los descuidos aumentan, provocando más accidentes de trabajo. No se puede trabajar en estas condiciones que pongan en peligro la salud. ¿Dónde está el Gobierno?, que parece que no quiere salir del armario, por temor a pactos con las fuerzas de progreso. Nada podemos hacer, de momento esperar, sin poder regular un plan que regule el trabajo, tanto en interiores como exteriores, que garantice una temperatura segura con una jornada continuada. Los agentes sociales insistimos en derogar las reformas laborales para que desde un nuevo marco social, se cree la figura del Delegado de Medio Ambiente.
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