"Hablo de la esencia de ‘las almas’ castellana y leonesa"

Juan Salvador Chico presenta en la Biblioteca Pública del Estado (20 horas) su libro de 13 relatos de ficción con base histórica titulado ‘Leyendas de los reinos de la Meseta Norte’

Fulgencio Fernández
08/10/2019
 Actualizado a 08/10/2019
El autor Juan Salvador Chico.
El autor Juan Salvador Chico.
Lo primero que aclara Juan Salvador Chico, burgalés afincado en León desde 1991 para ejercer el oficio de profesor en diversos institutos, es que el libro que esta tarde presenta en la Biblioteca Pública del Estado (20 horas) «no es un libro de historia sino de relatos, ficción con personajes que podríamos considerar prototipos y que nos permiten recorrer la larga historia de los reinos de la Meseta Norte desde el mundo romano y vacceo hasta la actualidad. No es historia pero sí tiene una importante base de documentación». Y también confiesa la pretensión de 'Leyendas de los reinos de la Meseta Norte': «Que sea un texto básico para conocer la esencia de las almas castellana y leonesa».

Viajando a los primeros relatos, los más antiguos de nuestra historia, se centra en «la presión de Roma después de Numancia (133 a. C.) y la profunda represión sobre las tribus de la Meseta describiendo un proceso de integración de algunos grupos en la sociedad romana donde prosperan. Estas comunidades siguen manteniendo sus tradiciones y costumbres».

Y en este ambiente desarrolla tres relatos con evidentes saltos temporales: La Canica, El Trisquel y Cornelia Balba. «La canica o El trisquel, son dos objetos simbólicos que hacen de puente entre la historia que se cuenta hace 2000 años y el relato de personajes del siglo XX. Es decir: los ritos y las gentes celtíbero-astures son intercambiables con personajes actuales».

Cornelia Balba, por su parte, es una mujer que parece una gran matrona romana, y que será protagonista de las vivencias de un poblado astur o vacceo a mediados del siglo I a. C. «Pero . siguiendo a Cornelia vemos cómo en las preocupaciones y tensiones del poblado nos parece estar viviendo los afanes y las tragedias intemporales de muchos de los pueblos de la Meseta. Tal vez incluso los hechos de 1936 y la guerra civil».

El siguiente paso a través de los relatos ‘construye’ Chico  un nexo literario de unión entre el mundo antiguo y medieval, de unas gentes de frontera en León conocidas por las crónicas musulmanas como los Aŷam que existieron en las campiñas del Duero, entre los siglos VIII al X. «Eran descendientes de las poblaciones que habitaron la cuenca desde siempre y se negaron a abandonar el Duero cuando se convirtió en tierra de nadie. Recién anexionados por los condes castellanos al Reino de León, los Aŷam formaran parte de las huestes que derrotaron a Abd-el-Rahmán III en la batalla de Alhandega (939)».

Lo hace en Elvira y Sol, las hijas de Rodrigo y Jimena, que descubren «la vida privada de sus padres y sus afanes: Rodrigo, el desterrado, exiliado, emigrante-mercenario en el mundo del Sur. Jimena, aguantando refugiada en lugar sagrado. Dos personas unidas por el destino. Ella de León, él de Burgos».

En Cuento de la Reina Juana, bucea «en la mente de una persona muy inteligente, que lucha por defender su identidad como mujer entre las tensiones familiares y dinásticas. Juana de Castilla luchó toda su vida, a pesar de su enfermedad, con el deseo de ser mujer, madre-esposa antes que reina».

Y para el siglo XVIII elige el relato El sueño de volar, y analiza «el mundo absolutista que cambia con la Ilustración. Se explica el Siglo de las Luces en la vida reconstruida de familias nobles empobrecidas pero con inquietudes científico-culturales, con mentes privilegiadas como la de un simple pastor de pueblo, Diego Marin Aguilera de Coruña del Conde, que llegó a construir el que fue el primer avión de España».

A la edad contemporánea entra Juan Salvador Chico con  la figura de El Empecinado, pero no de sus hazañas más conocidas sino plantenado «qué pudo pasar por su cabeza en sus últimos años de cautiverio, qué sintió al ver que el mundo donde fue un héroe se desmoronó a su alrededor».

En Eliodoro está la vida del siglo XIX en León, «el mundo mágico de las leyendas perdura en el alma de este canónigo leonés del siglo XIX que vive, con todo su ser, los afanes restauradores de la destartalada catedral de León». El Hermano Leónidas es un buhonero en el Camino, que vive a caballo entre el siglo XIX y XX y que puede ver el futuro con sus desgracias cercanas; El Tío Juanillo nos introduciremos en la vida cotidiana de los mendigos de caridad que sufrieron por los caminos de la Meseta hasta bien entrado el siglo XX... Ellos es matrimonio muy anciano que cada día da un pequeño paseo por las calles de León, tal vez llegados desde un pueblo anegado por un pantano».

En fin, la vida en 13 relatos.
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