Guijosa: "El vestuario no puede estar hundido"

El Abanca Ademar pondrá este sábado rumbo a Bucarest para disputar un partido que puede marcar casi de forma definitiva sus opciones de cara a seguir vivo en la Liga de Campeones aún con seis partidos por disputarse en la fase de grupos.

Este viernes, Rafa Guijosa comparecía ante los medios tras el entrenamiento matinal de su equipo asumiendo que el viaje a Rumanía «es importante», pero dejando claro que su prioridad de cara a él es «recuperar al grupo especialmente en el aspecto anímico».

Y es que reconocía el técnico madrileño que «hay algunos jugadores que están mentalmente más tocados, hemos podido descansar un día tras el palo duro de Guadalajara y es obvio que físicamente todos estamos cargados con tanto partido, pero lo que más me preocupa es que pueda afectar la racha negativa a jugadores importantes que tienen que llevar el peso del equipo así que el objetivo es recuperar la ‘cabecita’, la magia, sacarles de nuevo la sonrisa y que juguen como saben».

La decepción se palpa en la afición, pero el que no sepa donde está es que no puede jugar en este club Porque si bien dejó claro Guijosa que «las cuentas están claras, sabemos cómo estamos y sabemos que ya queda poco margen si es que queda alguno, pero estamos tranquilos, vamos con toda la ilusión a disfrutar y tratar de sumar dos puntos fuera que nos permitan engancharnos al tren, si bien incluso perdiendo el grupo seguiría abierto».

En ese sentido celebraba el técnico el hecho de que el partido sea fuera de casa «porque nos generaría más estrés jugando en el Palacio», si bien sabe que allí espera «probablemente el pabellón más caliente del grupo y será importante el factor mental para enfrentarse a ese ambiente hostil y un equipo potente».

Un Dinamo de Bucarest que tiene los mismos puntos que el Abanca Ademar compartiendo el puesto de colista del grupo y que cuenta con numerosos jugadores iraníes con los que Guijosa coincidió en su paso por la selección árabe: «Tienen muy buen equipo, muy compensado, con una primera línea con mucha movilidad y permanente conexión con el pivote, no tienen quizás el potencial táctico del Skjern, pero serán un rival muy complicado». Eso sí, dejó claro Guijosa que «lo que más me preocupa es mi equipo, recuperarnos y ser capaces de competir como si estuviéramos frescos de cabeza porque si se sueltan podemos ganar seguro».
 
Precisamente en ese aspecto anímico juega un papel importante los aficionados ademaristas, que se marchaban el pasado miércoles del Palacio entre un runrún que sin duda afectó al equipo. Sobre ello, Guijosa aseguraba que «el público de León es con diferencia uno de los más entendidos de España y también de los más exigentes y por eso les tenemos que dar partidos bonitos, épica pero sobre todo ganar. La decepción se palpa, pero el que no sepa donde estamos no puede jugar aquí. Hay que ser valientes, aceptar la crítica y tener osadía y personalidad para revertir la situación».

Fue contundente el madrileño asegurando que «lo que no voy a aceptar es que un aficionado o un rival sea destructivo con nosotros, no me puedo encontrar un vestuario excesivamente hundido por tener un mal día ante un gran equipo. El más crítico soy yo, pero hay que conseguir que se levanten y que se les critique de forma destructiva no ayuda nada».

Lograr algo positivo en Rumanía será un impulso también de cara al partido clave en liga ante Anaitasuna, un encuentro que Guijosa aseguró «me queda muy lejos aún, pero es obvio que será más fácil si lo hacemos bien ahora y si no tocará levantarse de nuevo».

Será duda en Bucarest, aunque sí viajará con el equipo, un Jaime Fernández que no entrenó con el equipo y ante Guadalajara «no pudimos utilizar como habitualmente porque viene ya cargado del Mundial júnior en el tendón del isquiotibial y al ser un jugador tan explosivo hay que cuidarle porque puede romperse en cualquier momento».