Granollers 31 - Abanca Ademar 23: 'Tardío despertar, atasco final'

El conjunto catalán acaba con el margen de error para estar en ‘Champions’ de un equipo leonés que se vio 7 abajo en los primeros 16 minutos y marcó tan sólo un tanto en los 12 finales

Jesús Coca Aguilera
18/04/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Piñeiro en una acción defensiva en Granollers. | XAVIER SOLANAS
Piñeiro en una acción defensiva en Granollers. | XAVIER SOLANAS
Cuando el Abanca Ademar despertó, el Granollers ya había puesto un mundo por el medio. Y cuando por fin los leoneses consiguieron reducir poco a poco la desventaja y meterse en partido, llegó otro apagón que agotó sus opciones.

Ese tardío despertar, unido al atasco final, acabó con cualquier opción de los leoneses de puntuar ante el equipo vallesano, que apenas cinco días después de acabar con la histórica racha del FC Barcelona pasó por encima de su inmediato perseguidor y se apuntó a la lucha por la ‘Champions’.

31-23 cayeron los de Rafa Guijosa, perdiendo el ‘goal-average’ y quedándose con sólo dos puntos de ventaja sobre los catalanes con tres jornadas por delante, una de las cuales le medirá en León a un La Rioja que con este resultado pasa también a depender de sí mismo para ser segundo pues está a cuatro y con un partido menos.

Todo se aprieta, aunque la mejor noticia es que los leoneses siguen teniendo también en su mano ese billete para la ‘Champions’. Tenían margen para un pinchazo y en Granollers lo agotaron, víctimas sobre todo de unos primeros 16 minutos para olvidar que hicieron recordar a aquella fatídica semifinal de la Copa Asobal en León.

Los leoneses ya nunca bajaron la diferencia por debajo de los 3 goles tras verse de inicio con un 11-4 En ese tiempo, Rafa Guijosa ya había tenido que pedir sus dos tiempos muertos para intentar espabilar a su equipo; la portería, con Biosca saliendo de inicio, sólo había detenido una bola; el ataque intercalaba una pérdida tras otra con tiros detenidos por un brillante Almeida; y a la contra el equipo catalán hacía sangre y ponía tierra de por medio.

De siete, 11-4, se ponían los catalanes, con Ferrer de jefe en defensa y Gassama haciendo que nadie se acordara de la baja de Cabanas con una espectacular actuación en ataque y defensa. Con eso, más las apariciones de Bernatonis y Cañellas, los de Antonio Rama encarrilaban un choque que poco a poco el Ademar consiguió estabilizar, pero en el que nunca volvería a estar ya por debajo de los tres goles, distancia a la que se colocó en varias ocasiones.

¿La primera? Aún en la primera parte gracias a las acciones individuales de Acacio, que tras errar sus dos primeros tiros marcaba tres tantos seguidos para liderar un parcial de 1-5 que suponía el 14-11, si bien el Granollers volvía a ampliar hasta los cinco (16-11) para irse con mayor tranquilidad al descanso.

¿La segunda? Con otro parcial, esta vez de 1-4, en el inicio de la segunda parte. Lo lideraba un clásico como Costoya y uno más sorprendente como Gonzalo, que sigue destapándose con grandes actuaciones ante los problemas físicos de Mario López (al igual que el otro tocado, David Fernández, jugó algunos minutos, pero sin estar al 100%). Cinco goles metió el chaval, que incluso se atrevió con unos siete metros que ni siquiera esta vez fueron una solución para el Abanca Ademar, pues los leoneses fallaron tres de los cuatro que lanzaron.

No obstante, tres de los tantos de Gonzalo llegaban en esos primeros compases de segunda mitad, en la que con dos ‘zambombazos’ de Costoya el Ademar puso el 21-18.

El Ademar falló tres penaltis y se estrelló contra el 6-0 liderado por Ferrer y un extraordinario Almeida Ahí fue el momento clave de partido. Durante casi 10 minutos se produjo un intercambio de goles. De quien lo rompiera dependería que el Granollers sentenciara el triunfo o el Ademar llegara al final con opciones de completar la remontada.

Pero fue lo primero. Con un Gonzalo Porras decisivo en seis metros, haciendo que el que quizá sea el mejor pivote ofensivo de la Asobal como es Adriá Figueras apenas tuviera minutos, el ataque volvía a leer bien la defensa ademarista, que desde el cambio a 5-1 había mejorado sus prestaciones. Y con la vuelta de Almeida a su exhibición en portería y varios fallos en lanzamientos claros de los leoneses, las ideas ademaristas se nublaron también en ataque.

¿La consecuencia? Que en los últimos 12 minutos de partido, el bagaje ofensivo del Abanca Ademar fuera de un triste gol. Del 25-22 que les tenía muy vivos, se pasaba con el parcial de 6-1 con el que cerraban el partido al 31-23 final para jolgorio de la grada. La sentencia europea tendrá que esperar. La visita de La Rioja se antoja ahora más que nunca toda una final.
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