De Manuel López Herrera podemos ver tres cuadros, dos de los cuales son bodegones con una flor cuyo color determina el título de la pieza. Son obras en las que es muy apreciable el minucioso cuidado de la técnica. El tercero es un ave singular, entre natural y mecánica. En los fondos de los cuadros de este autor hay un ajustado tratamiento de los colores, con los que logra esas transparencias que dan a su pintura cierta calidad onírica que es lo que lleva a buena parte de la crítica a afirmar esa relación con el llamado «realismo mágico». En esta sala ha colgado individualmente sus obras en numerosas ocasiones. Sus figuras se encuentran en ese justo límite entre la fantasía y lo cotidiano con un extraordinario sentido del humor que da a su obra un contenido de gran sensibilidad. Son cuadros que destilan ternura con el extraño uso de la geometría en muchos de sus elementos.Cuatro obras presenta Miguel Barbero, uno de los paisajistas más interesantes del panorama hispano cuyo estilo impresionista lleno de luces y colores trae su otoño, espino en flor y varios rincones populares. El pintor malagueño Carlos Puyet solamente expone dos obras: ‘Café americano’ y Medianoche’. Su forma de presentar las figuras denota una especial delicadeza con unos tonos suaves y melancólicos que acentúan la belleza y sensualidad de los modelos, aunque la lectura de la escena sea especial por la incomunicación que denotan ambos. Ana Prieto presenta en un estilo muy personal dos piezas, dos paisajes urbanos, paisajes en los que los edificios son el alma de cada cuadro, con pinceladas exactas que hacen que nos internemos en ese mundo urbano de nuestra ciudad, por un lado, la ‘Calle del Convento’ con una luminosidad extraordinaria en las paredes y ventanas de las casas, mientras que, en el ‘Nocturno’ de la plaza del Espolón se ve la Catedral leonesa al fondo, iluminada entre las sombras. El leonés de Babia Manuel Sierra, que con su peculiar estilo muestra tres paisajes con un trazo y un colorido llenos de luz vital y una temática eminentemente rural que incita a la nostalgia de tiempos pasados y que ha dejado su impronta en las localidades babianas, especialmente el año 2019 en Lago de Babia donde realizó varios murales interesantísimos, de los que este año se ha hecho un nuevo calendario. 
Ninoska, la maravillosa pintora extremeña de Villanueva de la Vera, presenta dos obras cargadas de colorido y emoción. ‘Café a media tarde’ y ‘Lirios silvestres’ son cuadros que reflejan los colores que la definen, son cuadros de flores, paisajes, todo ello con mucho color, porque hasta 2016 se había dedicado a viajar por el mundo y su temática era más bien viajera, de los lugares por los que caminaba, pero desde entonces y más con los avatares de una pandemia, se ha refugiado en sus orígenes, como ella misma nos dice: «Pinto mucho en Extremadura, en la zona de la Vera, donde mis padres tienen una casa en el campo, de hecho, en estos cuadros que expongo hay varios temas de allí, me gusta hacer temas de terrazas, pequeños rincones con flores y vegetación, sobre todo desde hace seis años».Reconoce que ha sufrido una transformación intimista que pasa de ser una pintora viajera para centrarse en lo cercano y natural como cuenta: «Hasta hace seis años he trabajado pintando viajes, pero ahora hago cuadros más compenetrados con la Naturaleza».
Varias esculturas de la singular artista Lola Catalá en las que los niños tienen un especial protagonismo, en especial la torre de libros en la que todos colaboran en escalarla para mejorar su conocimiento de la vida y del mundo, Una excelente alegoría hacia el mundo de la cultura y los libros.
Como colofón de la exposición se presenta el cuadro de Carlos Sempere que faltaba en la exposición anterior, una imagen característica del Pico Urriello, la joya de los Picos de Europa que tantas veces ha plasmado en sus lienzos y que en esta ocasión brilla en un lugar destacado de la sala, acompañado de otras obras del mismo autor.
La colectiva de invierno podrá contemplarse a lo largo del mes de enero en la galería de arte Bernesga de la calle Santa Clara, 2. No se la pierdan.