"Gracias por tener la valentía de seguir viviendo en nuestros pueblos"

El discurso de la ofrenda de la Encina lanzado por el alcalde de Balboa huye del victimismo y la petición a las administraciones y anima a los propios bercianos a luchar por su tierra

D.M.
08/09/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Vecinos de Barjas, Balboa, Trabadelo y Vega de Valcarce se encargaron de portar y ofrecer a la Virgen de La Encina. | Ical
Vecinos de Barjas, Balboa, Trabadelo y Vega de Valcarce se encargaron de portar y ofrecer a la Virgen de La Encina. | Ical
"Gracias por tener la valentía de seguir viviendo en nuestros pueblos". Con esta frase dedicada a los vecinos de las pequeñas poblaciones del Bierzo, protagonistas del día,  y los tradicionales '¡vivas!' al Bierzo y a La Encina, el alcalde de Balboa, Juan José López Peña, cerró este sábado el discurso de la ofrenda a la patrona del Bierzo en nombre de su propio municipio y de los otros tres pequeños municipios Barjas, Vega de Valcarce y Trabadelo, que se tuvieron que unir este día 8 de septiembre para poder realizar el voto ante una plaza del Ayuntamiento lleno de vecinos y autoridades. Un voto que se preveía reivindicativo y una llamada de atención al grave problema de la despoblación rural.

Pero lejos de ser un discurso victimista, plañidero y de continuas peticiones, López Peña arrojó un alegato de compromiso propio hacia al medio rural y la petición a cada uno de los bercianos a quien lanzó el reto de "ser los primeros que tenemos que amar el Bierzo, cada berciano tiene que ser el mejor embajador de esta tierra". 

Y es que, "lo fácil es acusar a otro de los problemas que tenemos", dijo, pero "¡bercianos, ¿cuántos de vosotros conocéis el Bierzo?", preguntó. "cuántos habéis visitado el hayedo de Busmayor, las pallozas de Balboa"... continuó, citando también a los castillos de Sarracín y Balboa o el tramo del Camino de Santiago que discurre por el Bierzo Oeste. 

En el discurso lanzado por López Peña, los alcaldes de los cuatro municipios, de tres signos políticos distintos, PP, PSOE y Coalición por el Bierzo) no pidieron casi nada a las grandes administraciones para salvar a sus pueblos. Cansados, quizá, de que la respuesta sea siempre la misma y las soluciones, a la vista absolutamente ineficaces.

Pero sí clamaron simbólicamente a la Virgen de La Encina que dentro de 30 años, sus pueblos se encuentren en una situación mejor que hoy para poder hacer cada uno su propia ofrenda, con sus propios mozos portando a la imagen en la procesión, sin la necesidad de recurrir a esta unión, "de necesidad, porque a ello nos obliga la despoblación". Necesaria pero fructífera, señaló, porque "hemos sido capaces de dejar a un lado nuestras diferencias" por un objetivo común.  Porque eso será símbolo de que se habrá frenado el problema de la crisis de la población rural.

El discurso del alcalde de Balboa a buen seguro hizo reflexionar entre el público y algunas de las autoridades que presidían el acto central del Día del Bierzo, porque Peña formuló frases tan respetuosas como lapidarias para las conciencias como "abandonando nuestros pueblos estamos abandonando todo el esfuerzo, la ilusión, la cultura y los sueños de nuestros padres y abuelos" o preguntó "¿qué ha sido de eses carácter luchador de nuestra gente?". 

1.480 vecinos viven distribuidos en los 61 pueblos que componen estos cuatro municipios. Esas son las cifras simbólicas que describen  cómo se encuentra el medio rural berciano y los datos visibles que contra la despoblación, las políticas que se han aplicado hasta ahora no sirven.

El discurso de López Peña fue enormemente aplaudido entre los feligreses y el resto del público de la Misa de La Encina. 
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