Si has jugado alguna vez al Terra Mystica, otro aclamado juego que tiene ya una década de vida, el Gaia te sonará porque es de sus mismos creadores y mantiene su dinámica de juego... sólo que mejorándola.
Está ambientado en el espacio, donde tomas el control de una de las catorce facciones existentes, cada una con sus distintas particularidades, e intentas ir colonizando los planetas del tablero, poniendo minas, estaciones comerciales, institutos planetarios... a la vez que vas evolucionando la tecnología de tu civilización.
La rejugabilidad es enorme pues cada partida es distinta y deja poco para el azarBásicamente se trata de un juego de gestión de recursos donde compites por hacerlo mejor que otros jugadores... que no es lo mismo que hacerlo contra ellos. Además es uno de los juegos donde menos influye el azar, donde más notas que mejoras según vas echando partidas y que es enormemente rejugable, siendo totalmente diferente cada partida en función de cómo esté configurado el mapa, las tecnologías y la forma de puntuar, y por supuesto según qué facción tienes.
Está destinado para un número de entre uno y cuatro jugadores, teniendo cartas y reglamento especial para hacer el juego atractivo de forma individual, yendo genial por parejas y también en los otros dos casos. En función de cuántos haya, y sobre todo de si tienen cogida o no una mecánica con muchas peculiaridades, la duración de cada partida estará entre los 90 y 150 minutos.

Ahí puedes construir o mejorar estructuras, iniciar proyectos Gaia, formar federaciones o avanzar en la fase de investigación que desees entre terraformación, navegación, inteligencia artificial, proyectos de Gaia, economía y ciencia.
Coge a los terranos, moradores, emesesianos, mineros, ícaros, la colmena, neuroinsectos, nómadas, geólogos, elementales, risketosos, akbots, nucelares o tecnócratas. Crea tus estrategias e intenta ir aplicándolas a través de tus rondas, cambia de planes sobre la marcha en función de lo que hagan el resto de jugadores y engánchate a una aventura por el espacio que te hará estrujarte las neuronas y disfrutar a lo grande.