Genaro 'El Mediático'

El entierro de Genarín regresa, con la polémica de todos los años, a su cita con miles de fieles llegados desde los rincones más diversos de España. Y cuando ya se van apagando los ecos de su paso llega el Telediario y conecta... "Hay en León una procesión"

Fulgencio Fernández
24/03/2016
 Actualizado a 19/09/2019
imagen-genarin.jpg
imagen-genarin.jpg
La historia (sicc) nos narra que Genarín, Jenaro Blanco, era un deambulante borrachín y comprador de pieles de conejo, que murió atropellado por el primer camión de la basura que hubo en León, en la fría mañana del 29 de marzo de 1929, mientras hacía sus necesidades fisiológicas». Se ha repetido muchas veces, así lo cuenta también Javier Puerta en la página oficial del santo.Es el origen, el lejano año 1929, un suceso en el periódico, una esquela que era todo lo que se sabía de su biografía, que era bastante dura. Sus dos apellidos, Blanco Blanco, delatan que había crecido en la inclusa, que era un expósito abandonado a la sombra de la Virgen Blanca (de ahí sus apellidos). Era viudo, padre de cuatro hijos, pellejero...

Han pasado 87 años. Hoy, Jueves Santo —festividad grande en todas las cofradías de la Semana Santa leonesa—decenas de autobuses atraviesan el Puerto de Pajares, des Asturias, camino de León, de una procesión, la de Genarín, San Genarín dicen ellos para darle más hilo a la cometa. Muchos coches llegan desde el País Vasco, con el mismo destino. Desde todos los pueblos de León viajan a la capital, a la misma procesión. De Albacete, de Toledo, de Madrid (tal vez el AVEtambién este año aporte fieles del santo pellejero, que no tienen que conducir).

Su biografía era su esquela:Blanco por expósito, viudo, padre de 4 hijos y atropellado Y las televisiones que cada año viajan a esa España religiosa y recogida llegan a León y después de rodar horas y horas de cinta alguien elige que las imágenes que ven la luz sea la de «la procesión de los borrachos», que así la suelen llamar en la presentación. En León sus detractores, que los tiene, atacan siempre hablando de otro macro-botellón.

- No es un botellón, es algo a mayores de la Semana Santa leonesa, que es muy bella. Las chapas y Genarín son un añadido, algo que nos da singularidad. Es una simplificación hablar de botellón, que vayan a la procesión, que escuchen los versos, que vean los pasos, que lo entiendan y lo verán;pide el abad de la Cofradía de Genarín, Maxi Barthe, antiguo secretario provincial del PSOE, profesor jubilado y ahora la cabeza más visible de este rito, que hoy volverá a congregar a miles de fieles, siempre se habla de 8.000 o de 10.000, cuestión de quién cuente, pero nadie duda que concentra más gente que ninguna otra ‘procesión’ de la ciudad.

¿Cómo se da el salto de un atropello a una cita multitudinaria?Es un misterio y un milagro, nunca mejor dicho pues a aquel Jenaro Blanco, pellejero y hospiciano, se le atribuyen varios milagros.

Hay varios pasos en este camino. Primero unos «cachondos mentales» que habían conocido a Genarín y se convirtieron en sus evangelistas. Encabezaba el cuarteto, no cabe otro número si son evangelistas, Francisco Pérez Herrero, poeta y protésico dental, y le secundabanEulogio, taxista; Nicolás Pérez, arbitro de fútbol y Luis Rico, aristócrata bohemio. Comenzaron a darle forma, Paco Pérez Herrero le puso coplas y letra, se reunían en Jueves Santo, eran unos pocos y muchas veces acababan en Comisaría, para que no escandalizaran a quienes celebraban la otra Semana Santa.

Paco Pérez Herrero primero, Llamazares después... crearon el mundo y la biografía que Jenaro necesitaba Tenía mucho gancho el personaje que crearon, aquella ciudad que contaban, los oficios y personajes. Por aquella ciudad que «crearon»vivían con el pellejero gentes como un albañil suicida al que decían El Boto, patizambo y quasimodo;Chiverto que era poeta; Bemoles cantor de los muertos; el Héroe de Caney, que había sobrevivido en el Fuerte de El Viso defendiendo el Caney del acoso yankee; un contador de batallas; un organizador de excursiones para putas en Semana Santa; un baratero...; y Jenaro, que ejerció oficios añadidos al trato con los pellejos:ayudante de un peluquero que metía a los clientes una piedra en la boca para que estirara la piel; muñidor de políticos, es decir, hablaba por los bares bien del que le pagaba y mal de sus enemigos.

Las coplas de Pérez Herrero y su mundo atrajeron a un buen número de adeptos (quiero decir, 50 ó 60), entre ellos el escritor Julio Llamazares, a quien contó Pérez Herrero la historia y él dio rienda suelta a la imaginación para parir su primera novela, o lo que sea:‘El entierro de Genarín’. Todo fue sumando y, de repente, en cada edición, se multiplicaban los fieles.

Nació la cofradía, crecieron los simpatizantes, se multiplicaron los asistentes a la procesión, vinieron las televisiones a otra cosa y se engancharon a Genaro Blanco... y en esas estamos, en el debate si santidad o el mismo demonio.

Yhay un concurso de versos burlescos para leer esta noche a los pies de la muralla. El ganador de este año, la VI edición, es Mario Malagón, un buen ejemplo de la integración de «los dos León», pues a su condición de poeta burlesco y genariano suma la de papón. Pide con solemnidad y buena rima que se incorpore a los cofrades de Jenaro un personaje que en el poco tiempo que vivió en la ciudad caló hondo, Fermín Guerrero, el abogado de Raquel Gago.

Por si éramos pocos...
Lo más leído