García Marín: "No puedo hablar de primera medida, son muchas las cosas que hay que hacer"

El rector electo de la Universidad de León (ULE), Juan Francisco García Marín, impartió en la mañana de ayer sus clases con normalidad, como si nunca se hubiera celebrado la ajustadísima votación que el día anterior le habría las puertas de Rectorado. Es más de bata que de traje y corbata, como prueba su labor doble de docente en la universidad y de investigador en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. "A mí me gustaría seguir dando clase, pero sé que es muy difícil y lo tengo que hablar muy seriamente con la gente del departamento para ver como se organiza este tema", reconoce García Marín.

A mí me gustaría seguir dando clase, pero sé que es muy difícil y lo tengo que hablar muy seriamente con la gente del departamentoNo obstante, en su despacho de la Facultad de Veterinaria, explica que en la mañana ya había departido con el consejero de Educación, Fernando Rey. "Hemos tenido una conversación amable y hemos pasado directamente a temas muy concretos porque hay temas urgentes de los que él ya me ha avisado". La otra reunión urgente que figura en la agenda de García Marín es la que tendrá el próximo martes con el rector saliente, José Ángel Hermida, para la transferencia de "todo lo que haya que hacer". Posteriormente, se celebrarán también reuniones con vicerrectores y con todo el personal. Con ello, la toma de posesión de no tendrá lugar hasta abril, por lo que entre sus planes y los de su equipo ya figura trabajar duro durante el verano.

Por otra parte, no cree que su equipo carezca de experiencia. "Toda la gente que estamos somos universitarios desde hace muchos, muchos años. Esto es una universidad, han tenido experiencia de gestión en decanatos, vicedecanatos o en otras cuestiones como comités externos, pero universitarios. No es gente que no tenga experiencia ni mucho menos", explica el que fuera decano de Veterinaria. Precisamente, esa experiencia, de una forma u otra, repercute en las relaciones con el resto de la comunidad universitaria. "Esta mañana he estado con un investigador que me ha dicho ‘ya sabes que no te voté, pero desde este momento tenemos que empezar a trabajar’, nos tenemos que acostumbrar a estas cosas, porque una persona puede tener preferencia por una u otra candidatura, pero a partir de ahí, una vez que hay un rector, ya hay que ponerse a trabajar todo el mundo", ilustra el doctor.

Intentaremos que haya nuevas vías y que se fortalezcan los Consejos de Curso o que haya más comisiones de docencia, que solo hay unaLa buena sintonía no se reduce al resto de docentes, sino que incluye a los estudiantes, cuyo apoyo resultó fundamental para llegar al rectorado. "Varios de los miembros del equipo, entre los que me incluyo, tenemos mucho contacto con los estudiantes y conocemos sus problemas de primera mano y las inquietudes que tienen, quizás haya sido esa cercanía", elucubra García Marín, sobre los posibles motivos por los que pueden haber votado los estudiantes. A pesar de ello, tiene previsto incorporar, en la medida de los posible, las opiniones de los estudiantes a sus decisiones. "Intentaremos que haya nuevas vías y que se fortalezcan los Consejos de Curso o que haya más comisiones de docencia, que solo hay una, en la Facultad de Veterinaria", explica.
Además, García Marín también quiere mejorar la gestión de los recursos humanos de la universidad "empezando por la relación de puestos de trabajo (RPT) del personal de administración y servicios, que se ha ido modificando, pero que hay que tomarse en serio".

García Marín es consciente de que es difícil que los cambios se noten ya en el próximo curso porque "los plazos son los que son, vamos a ver si es posible acelerar todo lo que podamos, aunque hay que tener en cuenta las fechas en las que estamos", reconoce. Si embargo, apunta ya al calendario escolar como uno de los temas prioritarios pendientes de resolver. Tampoco apunta cuál será su primera medida. "No se puede hablar de una sola, son muchas las que hay que hacer", concluye el rector elector, que acto seguido regresa al laboratorio.