Gago, del micro al caño

José Luis Gago, fallecido esta semana, fue un referente de la prensa deportiva leonesa, primero escrita en Proa o La Hora Leonesa y después en los micrófonos de la Cadena Ser, pero era asimismo un gran futbolista, maestro del ‘caño’

Fulgencio Fernández
14/11/2022
 Actualizado a 14/11/2022
El todoterreno José Luis Gago, en este caso en su faceta de fotógrafo, muestra detalles de la calidad que atesoraba como fino estilista. | FERNANDO RUBIO
El todoterreno José Luis Gago, en este caso en su faceta de fotógrafo, muestra detalles de la calidad que atesoraba como fino estilista. | FERNANDO RUBIO
Charly el de la Ser (Carlos Martínez) que fue unos cuantos años compañero de trabajo de José Luis Gago acude a una expresión cuando se recuerda una de las mil anécdotas del fallecido compañero: "Gago en estado puro, simplemente Gago".

Que es otra forma de decir "irrepetible" o uno de esos personajes que nos dejan huella. Se ha ido hace tan solo unos días, a los 79 años y después de pelear con una enfermedad que acabó en derrota para él, por usar términos deportivos, que fue el medio en el que se movió a lo largo de sus muchos años de periodismo, escrito primero –Proa, La Hora o La Hoja del Lunes– y radiofónico en su última etapa, 15 años, en los micrófonos de la Cadena Ser desde que se subastó La Hora en los años 70. Mostraba Gago su preferencia por la radio: "Me gustaba mucho la radio en directo, la improvisación sobre la marcha. Tenía un problema, que si fallas te lo recuerdan en todos los bares toda la vida, pero si aciertas, nadie te dice nada".

Fino estilista con el balón y experto en caños solía decir que "le meto un caño hasta a un cura con sotana"; Carrete le avisó, "si me haces un caño no te pongo en la grada, sales por encima"Explicaba estas cosas Gago consciente de que en sus programas protagonizó un largo anecdotario que pasó a formar parte de su personalidad, distendida e ingenua. Siempre le recordaban aquel programa en el que estaba a cuatro cosas a la vez, hablando con el control, dándole un teléfono para llamar... mientras un compañero leía los resultados de los partidos. Para que José Luis se diera cuenta remarcó "y por último, La Bañeza cero, Bembibre cero. Esto es todo, resultado final 0-0". Gago se dio cuenta que debía volver al directo preguntó: "Perfecto compañero, ¿y el resultado al descanso?".

- 0-0, José Luis.

Una sonrisa remataba la anécdota. "Simplemente Gago", que diría su alumno Charly Martínez.

Lo que no tanta gente sabía es que Gago, culturalista de pro, fue un muy buen futbolista, muy fino y de depurada técnica. Destacó en juveniles pero su menudo cuerpo le impidió seguir creciendo en aquella tiempos de campos de barro, donde los jugadores ‘pequeños’ que con el tiempo se pusieron de moda tenían muy poco que decir. "Recuerdo partidos en aquel campo de San Mamés que si le dabas de cabeza a aquellos balones llenos de barro y empapados de agua caías fulminado".

Su especialidad era "el caño", los veía como nadie. Consciente de ello solía decir: "Yo le tiro un caño a un cura son sotana". Y no lo dudes, lo haría.

Tal fue su fama con los caños que algunos ‘profesionales’tuvieron que tomar medidas para que Gago no les dejara en mal lugar. Tomé, que jugaba muchas veces con él, cuando llegaban unos recordados partidos entre prensa y cuerpo técnico de la Cultural le avisaba: "Gago, como me tires un caño te saco un metro del suelo"; pero el más contundente era Carrete, como siempre. Recordaba José Luis que antes de uno de aquellos partidos se acercó a él, le señaló hacia las gradas y le dijo: "Gago, ¿ves ese graderío? Pues como me tires un caño no vas a la grada... te saco por encima". Y remataba Gago la anécdota con una reflexión: "Lo malo no era la amenaza, era que lo hacía. Ni se me ocurrió intentarlo".

Tal vez por esa condición de futbolista ‘estilista’ entre sus preferidos de la Cultural estaban gente como Ballesteros y Villafañe, "por su clase", o Gelo, "que era un central que jamás perdía un balón". Sin olvidarse, claro, de los Piñán, Ovalle, Larrauri o Marianín, "un goleador en estado puro".



Quien muestra su satisfacción porque a este repaso de los lunes llegue José Luis Gago es Fernando Rubio, que aporta sus fotos de aquellos años como compañeros en la prensa leonesa y, de paso, le borra el mal sabor de boca de alguna de las fotos utilizadas en alguno de los pocos obituarios que se Gago se publicaron que, dice, "era, sobre todo una, técnicamente indecente y humanamente humillante".

Compartieron Gago y Rubio unos cuantos años de profesión, lo que fraguó una amistad que solo la distancia aminoró. "Mi amistad con José Luis se inició con mi entrada en la prensa leonesa, en mayo de 1970, yse mantuvo viva hasta los años 80... y aletargada desde entonces hasta el pasado año que volví a contactar con él". Pero el recuerdo que guarda de Gago es realmente entrañable y cercano. "El tiempo que compartimos como colegas dejó un poso imborrable. Fuimos durante años lo que yo llamo compañeros de camino, aquellas personas que, a lo largo de tu vida y por alguna razón, se cruzan en tu camino. Algunos pasan de manera fugaz; otros para quedarse". Y Gago fue de los que se quedó, aunque ahora se haya ido de manera definitiva.

Deja en Fernando la misma sensación que dejó en tantos otros compañeros y gentes del mundo del deporte, también aficionados, pues Gago tenía siempre abiertas las puertas de la casa de la conversación, el anecdotario, los recuerdos y reconocimientos pues este culturalista de pro siempre comentaba que quien le había otorgado un premio fue la Federación española... de Balonmano.

Serádifícil acudir a los ‘saraos’ deportivos y de la prensa deportiva y no encontrar a Gago, "hecho un pincel", con sus gafas de sol, su cercanía a todo el mundo y, sobre todo, con el más rico anecdotario deportivo y humano.

- ¿Resultado al descanso Gago?
-Matas un perro y ya te llaman mataperros para siempre. (Y sonreía).
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