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Futuro político de Cataluña

09/01/2018
 Actualizado a 13/09/2019
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Previsiblemente seguiremos oyendo el canto de los cisnes catalanes empeñados en disputas y aportación de soluciones descabelladas.

Las elecciones catalanas dan para todo pero el ciudadano medio no entiende que Ciudadanos haya obtenido más escaños y más votos, no gobierne y los que están empeñados en llevar la miseria a la región puedan formar gobierno.

Simplemente, los dos partidos mayoritarios españoles con mayoría absoluta dispusieron de bolas de partido para reformar la Ley Electoral y prefirieron la satisfacción del pacto con los que siempre se llevan los dineros, dicen que se les roban, insultan a España y encima no cumplen las Leyes.

Los próximos días habrá un aluvión de viajes de Madrid a Cataluña y de entrevistas, comidas, cenas, meriendas, conferencias, declaraciones, cartas por debajo de la mesa, dossieres de todo tipo en la prensa, tertulias para aburrir.

Los separatistas no están muy cómodos, salvo el ínclito flamenco que saca pecho ante sus fieles. Desde Bruselas, la capital de la Leyenda Negra, lleva una vida sonriente y feliz con esos avatares que le salen por el camino y el apoyo de todos los extremistas radicales que hay en ese país al borde de la escisión.

El místico Junqueras hace ejercicios de recogimiento en el retiro enclaustrado a la espera de un acto de bondad para revalidar sus votos independentistas y con la espina clavada de la traición que el señor del peinado ‘beatle’, marcando el territorio.

Los podemitas se han dado un batacazo, pero como su lideresa en Barcelona no tiene su mente muy clara, están a la espera de manifestaciones y declaraciones según sople el viento madrileño.

La formación radical de los antisistema también otean el horizonte después de la sangría de seguidores que se han colado en otras formaciones seguramente hartos de ver los comportamientos próximos a otras formaciones amantes de las formas violentas en otras regiones del mismo estilo.

Los socialistas con ademanes de personas que aborrece la dialéctica comprometida y trufada su formación de antiguos y melifluos mediopensionistas del movimiento nacionalista que estuvieron viviendo a costa del presupuesto nacional español, no sabemos si se ofrecerán para obtener el ungüento que lo cure todo.

El PP catalán bastante tiene con hacerse un psicoanálisis, curarse las heridas y tomarse un reconstituyente para ver si el primo de Zumosol le saca del callejón sin salida al que le ha conducido su política errática y excluyente de militantes con personalidad que se quedaron en el camino desde la etapa de Aznar.

Puestos así nos queda Ciudadanos como esperanza y aire nuevo en la política catalana y española. Esperamos que no adquieran la vitola de seres soberbios e imprescindibles y que, una vez en el poder, se olviden de que hay un pueblo que les ha escuchado esperanzado para que la aplicación de sus políticas reporten a España el aire nuevo que se les ha negado después de estos años de oscurantismo, explotación y ausencia de valentía en la aplicación de políticas renovadoras.

Nos aguarda posiblemente hasta febrero un animado panorama donde los cuchillos largos y cortos van a brillar, eso sí por debajo de las mesas, aunque también el intercambio de cromos y los pactos ocultos.

Por eso los ciudadanos debemos estar muy alerta para corregir la deriva de esta política equivocada pero siempre con un objetivo que es satisfacer a los que no les importa que el pueblo mejore.

Cataluña lo tiene difícil porque hay una bolsa de ciudadanos que ha elegido el camino de la insensatez y la irracionalidad abducida por un equipo de manipuladores interesados en que la deriva les produzcan pingües beneficios y siempre con una mano o alguna más meciendo la cuna de la locura y el despropósito.

Por otra parte, el afloramiento de un numeroso grupo que ha jugado casi su última carta y ha cifrado sus esperanzas en un partido que ha recibido el acopio de las esperanzas de ciudadanos totalmente desolados y decepcionados dirigentes estatales que han estado ausentes de la región durante años haciendo dejadez de sus funciones.

Son muchas las voces que se alzan en contra de una dirigencia que ha mostrado su arrogancia, grado de ingenuidad e insensatez y que no ha hecho que se cumplan las Leyes del Estado y ahora desean que todo vuelva a su cauce.

Llevará mucho tiempo, dinero y muchas dosis de cordura para que vuelvan las aguas al cauce que se ha desmadrado porque tanto peloteo y chanchulleo nos ha conducido al peor escenario político que además puede tener trascendencia en otras comunidades autónomas de este Reino de Taifas que ha desbordado todas las previsiones.

Causa tristeza esperar que vuelva el diálogo a las mentes separatistas, que ellos se entiendan otra vez, que la casilla de salida es la misma que al comienzo del quilombo, que los dirigentes se saltan la torera el cumplimiento constitucional y que por mucha oferta de diálogo que el tancredismo les ofrezca salgan por peteneras a las primeras de cambio, ya que nada es lo que parece en el mundo del show de Puigdemont y de su plasma belga.

Como solía decir Napoleón «si empiezas a conquistar Viena, ¡conquista Viena!».
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