Funcionarios, políticos y bobadas

Anda circulando por ahí un mensaje sobre el exceso de políticos. Expone que hay 450.000 políticos, que el estado gasta una barbaridad, que las comunidades son ruinosas y que nos vamos a la quiebra como proyecto colectivo. Para mí son bobadas. Internet tiene algo malo para los intoxicadores: la información está accesible y permite cazar a los mentirosos, como vamos a ver.

Sobre los políticos de marras hay que decir que no son tantos ni de lejos. La mayor parte de los que existen son concejales. Como contamos con más de 8.000 ayuntamientos, no debe haber menos de 100.000 concejales. Pero estos munícipes no van a arruinar a nadie porque la mayoría son pueblos de menos de 1.000 habitantes, no tienen dedicación exclusiva, suelen cobrar por asistencia a pleno o comisión muy poco, y el cargo hasta les cuesta dinero con frecuencia. Por ejemplo, en León hay 211 municipios, pero las tres cuartas partes no alcanzan el millar de habitantes. Esta autonomía, que se halla despoblada, agrupa en 15 ciudades la mitad de toda su población, pero quedan un millón y cuarto de habitantes desparramado en 2.000 ayuntamientos. No creo que sus concejales puedan ganar mucho. Otra cosa es la ineficiencia de esa estructura.

Respecto a la supuesta enormidad del gasto público, resulta que algo más de la mitad del autonómico se va en sanidad y educación. En realidad, si se excluye el pago de deuda pública, es el 60%. En esta autonomía la PAC, que es presupuesto delegado por la UE, se lleva otro 10%. Del 30% que queda, ¿de dónde hay que recortar?

En España hay 2.550.000 empleados públicos en enero. Las diputaciones que quiere cerrar Ciudadanos –para ahorrar ‘nosecuantísimo’ dinero–, emplean a 62.000 personas. ¿Quieren prescindir de los especialistas en economía provincial para no ahorrar apenas nada? Hay 150.000 empleados en universidades, 24.000 en juzgados, 136.000 en fuerzas del orden y poco menos de 120.000 en unas fuerzas armadas al borde de la inoperatividad por falta de efectivos. ¿De dónde se recorta?

Cuando reviso las cifras –las de verdad– no veo por dónde se puede ahorrar tanto dinero como dicen. Puede haber ajustes, sí, pero no grandes economías en términos absolutos. Por el contrario, creo que los servicios públicos son imprescindibles en un país donde, hasta los 1000 euros mensuales en IRPF, está un 70% de los empleados, donde el salario mínimo no permite vivir, o donde los jubilados que ganan menos de 1.000 euros son mayoría. Incluso diría que hace falta incrementar la recaudación para pasar del 38% del PIB al 42% del PIB. Ese el debate ideológico real y no estas bobadas.