Todavía reciente la presentación y publicación de ‘Leonesas y pioneras 2’, el periodista de Cármenes y redactor de este periódico se muestra muy satisfecho de que la primera entrega siga dando aún tan buenas noticias. «Este premio confirma una cosa y es que ‘Leonesas y pioneras’, tanto el primero como el segundo, solo me ha dado alegrías. Sobre todo el primero, con el que he recorrido la provincia y se me ha acercado mucha gente para agradecerme su existencia y contarme nuevas historias. Y luego es un libro que me ha gustado hacer porque además significa lo que puede ser un periódico como el nuestro. Porque lo he podido hacer con historias mías, con historias de compañeros y con la ayuda de todos. Por una vez no son palabras, pienso que el premio nos pertenece un poco a todos porque es un proyecto muy coral», sostiene Fernández, que no oculta su orgullo y satisfacción de haber podido dedicar dos libros a algo que le apasiona, como es el mundo de la mujer, y más en concreto de la mujer rural, mujeres luchadoras que no siempre tuvieron en su momento el reconocimiento público que merecían. Parece que los tiempos que corren son un poco más propicios para que la sociedad se muestre algo más sensible hacia el objetivo que Fulgencio Fernández se marcó con la publicación de las dos entregas ‘Leonesas y pioneras’. «No solo lo noto sino que casi estoy por asegurar que es así. Nada de lo que he hecho anteriormente ha tenido una acogida tan cercana y ha propiciado tantas llamadas y visitas por parte de gente que me quiere hacer llegar sus impresiones. Si he podido contribuir a esta nueva sensibilidad hacia la mujer en general y la mujer rural en particular, aunque sea en un porcentaje muy pequeño, me daré por satisfecho y esa será sin lugar a dudas la mejor recompensa que pueda llegar a recibir».
La segunda entrega de ‘Leonesas y pioneras’, que llegó a los lectores a principios de este mes de diciembre, viene a confirmar el famoso dicho de «no hay dos sin tres» y todo apunta que puede llegar a convertirse cuanto menos en una trilogía, aunque si fuera por ‘mujeres con historia’ de esta provincia habría para muchísimas ediciones más, como apuntó el propio Fulgencio Fernández durante su presentación el pasado 28 de noviembre en el Palacio de los Guzmanes, sede de la institución provincial. «Con este segundo libro hemos ampliado el espectro a mujeres digamos más anónimas, y claro que se podría seguir con muchas más historias dándole un enfoque diferente, porque pienso que hay otras miradas aún pendientes. Se acaba de ir un amigo que a la vez era un personaje conocido porque fue el dueño del bar del pueblo de toda la vida y un día me contó la historia de su madre, que en plena guerra civil tuvo que dar a luz a uno de sus hijos en una cueva en medio de un bombardeo y no contenta con tener que sacar adelante a su numerosa prole y con el marido fuera tuvo que hacerse cargo de sobrinos llegados de otros pueblos. De esas mujeres aún quedan y te diría que el filón es inagotable».
La generación que se retrata en ‘Leonesas y pioneras’ y de la que formaron parte tanto la abuela como la madre del autor, a las que va dedicado el libro, es probablemente irrepetible, pero Fulgencio es de la opinión de que las generaciones posteriores han heredado el espíritu de las que las precedieron. «Es cierto que esas son irrepetibles como consecuencia de haber vivido una etapa histórica y en un marco geográfico concreto y muy cruel en la mayoría de los casos, pero la genética existe y se transmite, y ahora mismo existe una cantidad de mujeres jóvenes, como la presidenta de Microsoft Ibérica, la primera mujer que estuvo en el Consejo General del Poder Judicial o la primera catedrática de la Facultad de Derecho de Salamanca, que han seguido los mismos pasos. Prueba de ello está en nuestra profesión, donde los hombres somos cada vez más minoritarios, por suerte, pues estoy convencido de que ellas aportan una sensibilidad y una mirada especiales. Y en el caso de las leonesas, en esas nuevas generaciones que llegan pisando fuerte yo sigo viendo una genética especial», destaca Fernández, que asegura que quedaría plenamente recompensado si ambos libros sirvieran al menos para revertir un poco esa lacra social llamada violencia de género. «Es algo que me saca de quicio, pues se trata del mayor exponente de la ignorancia, de la prepotencia, de la falta de educación, de no entender nada... La existencia de esta lacra social es el mayor exponente de que algo hemos hecho mal y de que no vamos por el buen camino».
Premios para La Cabrera Alta y Las heridas de la memoria
El jurado del concurso ‘Libro Leonés de Año’, que convoca la institución provincial y a través de los que se busca incentivar a los autores y promocionar la literatura dentro y fuera de la provincia de León, ha fallado los premios de 2016 en sus tres modalidades. El jurado ha estado compuesto por el diputado de Cultura, Miguel Ángel Fernández, el asesor del ILC, Adolfo Alonso Ares, Juan Carlos Ordóñez Valtuille, en representación del mundo editorial, Etelvina San Miguel, en representación del gremio de libreros y Andrés Martínez Oria en representación de la crítica literaria. Además del premio a ‘Leonesas y pioneras’ como mejor Libro de creación, el jurado decidió distinguir en el apartado de Libro de investigación/monografía local a ‘La Cabrera Alta. Paraíso del patrimonio cultural y natural’, del que son autores Gaspar Fernández San Elías y Vicente Fernández Vázquez, y que ha sido editado por Gaspar Fernández San Elías. El jurado, por unanimidad, premia esta obra por su aportación histórica a la bibliografía leonesa, en la medida en la que permite hacer una conseguida recuperación topográfica del acervo monumental de La Cabrera y cuenta, además, con una planimetría evolutiva que la dota de interés y rigor.
La Obra divulgativa fue para ‘Las heridas de la memoria’, cuyo autor es Secundino Serrano y que ha sido editado por Eolas. El jurado considera que hace una recopilación de artículos con muy buena documentación, algunos de difícil localización, para acercarlos a los lectores, poniendo de relieve aspectos desconocidos de la historia de la provincia.
El premio está dotado con 1.000 euros para los autores y 1.000 para los editores, para los que no se trata de un premio en metálico, sino que la Diputación se encarga de comprar ejemplares hasta esa cantidad.