Fuenlabrada 2 - Ponferradina 3: 'La Deportiva cree en los imposibles'

El equipo berciano perdía 2-0 en el minuto 88 en un mal partido, pero en unos últimos minutos épicos logra una remontada inimaginable para seguir creyendo en el ‘playoff’

J. A.
23/04/2022
 Actualizado a 23/04/2022
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De lamentarse por una oportunidad perdida a celebrar un triunfo épico en un abrir y cerrar de ojos. Los partidos de la Sociedad Deportiva Ponferradina esta temporada están siendo una auténtica montaña rusa de emociones que unas veces la han llevado a perder en los últimos instantes de partido puntos que tenía asegurados y, como este sábado, a lograr triunfos épicos que no entran en la imaginación de cualquiera que quiera ajustarse mínimamente a la realidad.

Porque un equipo que pierde 2-0 en el minuto 88 después de haber hecho un mal partido, tremendamente frágil en defensa y negado de cara a gol hasta el punto de haber fallado un penalti, pocas opciones tiene incluso de creer en que le puede dar la vuelta al partido. No es el caso de una Ponferradina que prometió morir matando y sin duda ayer lo hizo con un Fuenlabrada al que condenó prácticamente de forma definitiva al descenso en un perfecto ejemplo del estado anímico de ambos equipos.

No había merecido la Deportiva otra cosa que la derrota hasta ese minuto 88 porque en nada se había parecido al equipo que ha logrado llegar a este tramo final de temporada con opciones de colarse en el ‘playoff’. La primera media hora de partido, en la que el equipo berciano había sido mejor que los fuenlabreños, demostró que no era el día en ataque de los blanquiazules.Imprecisos en el último tercio de campo, Espiau tuvo la más clara con un balón filtrado a la espalda de la zaga que el portero local Belman salvó sobre la línea del área en su salida.

No estaba cómoda la Deportiva en la creación, pero no pasaba apuros porque el Fuenlabrada tampoco hacía méritos para inquietar a Amir. Hasta que con muy poco lo hizo para dejar el partido encarrilado en 5 minutos fatídicos. En la primera acción un error de marca entre Pascanu e Iván Rodríguez dejó a Kanté solo abierto en banda tras un gran pase de Cristóbal para que encarase a Amir y le batiese sin dificultad en el mano a mano.

Tampoco tuvo que hacer ninguna genialidad Bouldini para hacer el 2-0 y es que un balón que no acertó a despejar Castellano permitía a Mikel habilitar al delantero marroquí, completamente solo de nuevo ante Amir para marcar prácticamente a placer.

Sin que Espiau pudiera rematar un gran centro de Castellano al borde del descanso para recortar distancias, la Deportiva se iba sin saber muy bien cómo con una enorme losa encima de cara a la segunda parte y, lo que era más preocupante, con muy pocos argumentos para poder levantarla.

Lo intentó Bolo dando entrada a Enrich por un desaparecido Yuri, aunque lo cierto es que su sola presencia no cambió demasiado el guión del partido. Porque si bien es cierto que el equipo berciano tuvo su ocasión más clara a los pocos minutos del reinicio en la que era prácticamente su primera gran combinación del partido, el gol que se le escapaba por centímetros a Naranjo era un espejismo.

A punto estuvo de hecho el Fuenlabrada de sentenciar el partido de nuevo tras una indecisión defensiva de la Deportiva que permitía a Bouldini rematar de tacón ante Amir, marchándose el balón por poco.

Lo intentó con más fe que razón la Ponferradina, que encontró superada la hora de partido esa pizca de fortuna que necesitaba para reengancharse al encuentro. Pulido intentaba despejar un balón en su área, pero Pascanu se adelantaba para tocar el balón llevándose por delante el zaguero fuenlabreño al rumano. Tras una larguísima revisión del VAR el colegiado confirmaba en la pantalla la pena máxima a favor de los bercianos que podía meterles de lleno de nuevo en el partido. Pero no era el día de la Deportiva. Naranjo lanzaba el penalti y Belman lo detenía lanzándose a la perfección a su lado izquierdo. 

Otro jarro de agua fría más para la Ponferradina, que entraba en el cuarto de hora final sin saber qué hacer para intentar salvar al menos un punto de tierras madrileñas. Lanzó el todo por el todo Bolo, que se quedó con 3 defensas naturales los últimos 10 minutos sin absolutamente nada que perder.

Necesitaba un gol la Deportiva para creer y se lo encontró cuando faltaban dos minutos para el final del tiempo reglamentario. Un centro de Juan Hernández lo peinaba Espiau y Enrich en el segundo palo lo remataba sin saber muy bien cómo para introducirlo en el fondo de las mallas con ayuda del palo. Creía la Deportiva, que se lanzaba a preguntar al colegiado cuánto tiempo quedaba. La revisión del penalti ayudaba. 7 minutos.

El Fuenlabrada, en la cuerda floja del descenso, comenzó a ser un manojo de nervios. Lo vio la Deportiva, que fue con todo a por el empate. Un centro lateral le caía a Enrich dentro del área, que remataba a la media vuelta. Belman, impecable todo el partido, dudaba por primera vez para ceder un rechace que caía exactamente donde estaba Pascanu dispuesto a aprovechar un regalo que significaba el empate. Ni lo celebró. Fue a por el balón para sacar lo antes posible de centro e intentar buscar la mayor de las épicas.

Y es que sabía la Deportiva que tenía a su rival en la lona, solo faltaba darle la puntilla. Saverio, con una pizca de suerte, mandaba el balón al palo sin ningún ángulo. El Fuenlabrada se libraba y en un último halo de vida encontraba un córner tras una buena acción de David Amigo. No lo sabía, pero sería su condena. Belman subía a rematar pensando que era la última acción, pero nada más lejos de la realidad. La Ponferradina recuperaba el balón y Enrich encontraba a Dani Ojeda con el portero fuera de posición.

Salvaba el extremo la entrada in extremis del guardameta y marcaba a puerta vacía para que el Fernando Torres estallase de júbilo berciano. La grada supletoria donde estaban los aficionados blanquiazules temblaba y el banquillo invadía el terreno de juego.

Una victoria épica de esas que se recuerdan durante mucho tiempo, más aún si en un futuro sirve para alcanzar el sueño del ‘playoff’. El Fuenlabrada, que recibía un carrusel de expulsiones superados los 100 minutos de partido producto de la frustración, se despide prácticamente de la categoría de la forma más cruel posible. Un contraste que bien vale ganar más de un aficionado al fútbol. La Deportiva cree en los imposibles.
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