Tomás Valle explica la satisfacción que ya le ha producido el documental, pese a su corta trayectoria. «De un lado porque he recibido muy buenas vibraciones, mucha cercanía de mucha gente que me ha dado las gracias por el trabajo; pero ése no es el motivo, la alegría enorme es saber que a Melanie también le está ocurriendo lo mismo, que la paran por la calle, la animan, le dan las gracias por haber sido tan valiente al contar su historia porque, es cierto, en el documental se desnuda con total sinceridad; es cierto que ha sido muy valiente y, sobre todo, muy madura».
Y en el origen de ese paso adelante de la joven estudiante de cocina vuelve a estar su familia, como ella misma cuenta. "Me daba un poco de miedo pero mi madre me animó, me empujó a hacerlo, porque iba a ayudar a muchas personas, algunas que están en mi situación y otras que van a estarlo, y también a sus familias. Mi madre me convenció de que con mi testimonio ayudaría a evitar el rechazo que yo sí sufrí y aunque no tenía ninguna experiencia me pareció que debía hacerlo".
Y así recorrió con Tomás Valle y su equipo de Imagen Prisma diversos escenarios de Astorga y cercanías en los que fue desvelando el desarrollo de su historia de niña transgénero, un proceso que, cuenta Melanie, no nace en una fecha concreta o una edad. "No hay un momento concreto de la decisión, yo siento que desde siempre sabía lo que quería ser. Pero sí hay hechos puntuales, por ejemplo fue muy importante cuando se lo dije a mi abuela, con más de 80 años, temiendo su reacción y, sin embargo, al verme vestida de mujerme dijo: ‘Ya va siendo hora de que seas aquello que quieres ser’. Fue emocionante". Incluso su bisabuela tuvo una reacción parecida y la aceptó sin ningún problema porque, explica Melanie, "mi familia insiste en que yo no hago daño a nadie queriendo ser aquello que siento".
Y recuerda Tomás Valle una de las entrevistas del documental que explica la postura clara de la familia, con la madre de Melanie (María BelénTejerina) y la hermana (Sacarle MiguelTejerina) en la que "la complicidad es absoluta, la defensa de su libertad es total y hasta Sacarle reconoce que no dudó el liarse a tortas con aquellos que no respetaban a Melanie".
Incide el director en una paradoja que resultó muy llamativa a todo el equipo, no solo a la familia de Melanie, al comprobar que, como explica la joven, "he sentido mucho menos rechazo de la gente mayor de Astorga que de los jóvenes. Seguramente a los mayores les cuesta más trabajo entenderme pero me respetan, no puedo decir lo mismo de los jóvenes". Y Melanie habla de "miradas que hacen mucho daño".
No solo miradas, también otros episodios que ha tenido que soportar para ir logrando conquistas que pueden parecer mínimas pero que le han costado sangre y sudor como, por ejemplo, poder acudir en el instituto a los baños de chicas. "Sólo es un ejemplo, para entender el día a día de Melanie" que, como su madre recuerda, "cuando estaba en el Colegio de la Salle, en una reunión con el tutor tuve que firmar un documento para poder ser tratada como una niña". No hace falta recordar algo que tantas veces se ha repetido, lo crueles que pueden ser los niños con los diferentes. "Con siete u ocho años Melanie comenzó a ir al sicólogo; con 10 comenzó a dejarse melena, a vestirse de niña, a actuar como una niña y con 13 años ya es perfectamente consciente de lo que es, una niña y no un niño. Que ya es lo que siempre ha querido ser".
Por ello reiteran todos en la importancia del apoyo de la familia, sin fisuras, desde el primer momento. "Su madre no se ha separado de ella en ningún momento, desde el principio del rodaje", señalaTomás Valle, como ‘metáfora’, de lo que siempre ha sentido Melanie, la comprensión y el apoyo.
Melanie Miguel Tejerina es consciente de que ya ha dado muchos pasos pero aún le esperan otros muchos, como comenzar a hormonarse y el tratamiento que acarrea su cambio. "Tiene las ideas muy claras y este proceso definitivo lo quiere afrontar desde la mayoría de edad. En la actualidad tiene 17 años y hasta que no cumpla los 18 no se hormonará pues, aunque su aspecto ya sea muy femenino, aún no lo ha hecho". Y cuenta Melanie cómo su aspecto femenino tiene, una vez más, mucho que ver con el apoyo de su familia. "Mi madre y mi hermana están muy pendientes de mí, también en este aspecto. En la elección de la ropa, del maquillaje, de todo".
- ¿Y tú cómo te ves Melanie?
- Guapa.
Como ya la ve mucha gente de Astorga que, por suerte, después de conocer su caso, ver cómo se grababa el documental en diversos parajes de la ciudad, la paran por la calle para animarla, decirle que es muy valiente, que la ven muy guapa…
- ¿Y los que no te ven así, algunas de esas miradas que, como tú dices, hacen mucho daño?
- Pues qué le voy a hacer. Nací en Astorga, soy de Astorga, vivo aquí, incluso he trabajado de cara al público, de camarera… no me voy a esconder.
- Has sido muy valiente.
- Ya, pero lo que pretendo es que otras niñas transgénero, como yo, no tengan que ser valientes, simplemente que puedan ser lo que quieren ser.
Como tú. Como Melanie.
Conociendo su historia se entiende la ‘felicidad’ de Tomás Valle, que jamás pensó en hacer este documental que, curiosamente, nació en Coruña cuando tomando unas tazas coincidió con una chicas trans "en bastante mal estado". Habló con los amigos de hacer algo pero todo quedó sin definir hasta que conoció a Melanie y ese proyecto sí que le sedujo, con una mirada muy diferente, más solidaria que comercial. "No disponíamos de presupuesto y decidí invertir lo ganado con los premios de mi anterior documental, María La Morena. El equipo se volcó de manera absolutamente altruista y también Ricardo García, autor de una preciosa banda sonora. Para todos ha sido una historia diferente la lección de valentía de Melanie".
Un equipo que se siente pagado cuando alguien para a Melanie por la calle y le da las gracias por su valentía, por su historia, por su generosidad.