Frío en León

Vuelta a la realidad. Ni parabienes innecesarios ni deseos vacuos. Los reyes de Oriente han vuelto sobre sus pasos y, de nuevo, hace frío en casi toda España. No un frío atmosférico debido a la época estacional, sino ese otro que está dejando en tiritona a la mayoría de la población. Todo son quejas. Y todas y cada una argumentadas. Nadie, o muy pocos, mira hacia adelante con optimismo y credulidad, porque el día a día está más complicado que nunca. El cinturón de la economía doméstica –la que mueve al país– aprieta y aprieta hasta cortar la respiración. Pero hay ‘esperanza’. Es año de elecciones y toda esa caterva de políticos insustanciales –pendientes, por norma, de sus retorcidos ombligos– hallará la fórmula para acabar con la ruina. Eso dicen ellos. En los programas electorales –que nadie lee– estará recogida la pócima mágica que lo cambiará todo. Y habrá hasta quienes se lo crean.

En León, donde todavía se dan gélidos amaneceres que recuerdan antañonas vivencias, ese frío se deja notar de manera especial en ciertos ámbitos políticos. Pongamos, por caso, en el del Partido Popular. Desde que se supo –oficiosamente, eso sí– que la cronista de la ciudad, en situación de excedencia por la gracia de la superioridad municipal (corría el año silvanista’ de 2015), podría ser la ungida por Mañueco para asaltar la alcaldía de la capital el próximo mayo, un escalofrío recorrió a una buena parte de la derecha leonesa. ¡Ay, las encuestas y los teléfonos!

Y la prueba del algodón. Se trata de la regeneradora del Grial de San Isidoro, algo que se quedó en nada y de lo nunca más se supo. La copa volvió a ser el famoso cáliz de Doña Urraca. Como siempre fue. La misma que se quitó de en medio –que se lo pregunten al actual concejal Pedro Llamas– cuando lo de la Capital Española de la Gastronomía. La que dio más de un dolor de cabeza al alcalde Silván, quien la apartó de la gestión del Palacio de Exposiciones por pérdida de confianza. La que, en la actualidad –y eso es de dominio público en el número 10 de Ordoño II–, apenas mantiene relaciones con el grupo municipal del Ayuntamiento… Un excelente currículum (político) de la nueva estrella ‘mañuequista’. Y faltan sus devaneos ideológicos.

Pues bien, ese frío proveniente de Valladolid está calando hasta los huesos en León. Dentro del partido solo la ven con buenos ojos, aquellos melifluos que nunca levantan la voz ni cosa que se le parezca. Los pelotilleros de siempre. Los ‘quedabien’, ocurra lo que ocurra. Un clásico en el PP leonés, con tal de seguir en comités ejecutivos y listas electorales. De todo ello se desprende, que Mañueco solo ha oído a una de las partes. Y a sus afines. Debería ampliar el arco. Hay más voces que escuchar.