Fracaso político

Habrá que volver a pasar por las urnas. Será el 10 de noviembre cuando los españoles nos tengamos que enfrentar de nuevo a un proceso electoral que, la mayoría de nosotros, mira con absoluta pereza. A pesar del descrédito de la política, cuando se agotan las legislaturas, entre una parte notable del electorado se despierta la ilusión, por motivos tan diferentes como pueden ser las ganas de cambio o la supervivencia en el poder, pasando por los proyectos o las promesas que cada uno de los partidos ponga sobre la mesa con el objetivo de mejorar de alguna manera la vida de los españoles. Sin embargo, en esta ocasión, será complicado que algún partido pueda presentar ningún proyecto nuevo de los que no ‘vendieran’ el pasado mes de abril. Los españoles piden soluciones a sus políticos, y lo que ahora los políticos le devuelven a los españoles son problemas. Sobran estrategas, encuestas e incertidumbres sobre lo que puede pasar el próximo 10 de noviembre, a quién le interesa más y a quién le interesa menos la repetición electoral, pero uno de los escenarios posibles es que todo quede exactamente igual que hasta ahora. ¿Qué pasará entonces? Quizá la peor noticia que acompaña al anuncio de la nueva cita electoral es que van a repetir tanto los mismos partidos como los mismos  candidatos... aunque pueda haber sorpresas en provincias como es el caso de León.