Fomento refuerza la seguridad de la Variante de Pajares con 43 sensores que detectarán la caída de objetos a la vía

Estos equipos, que utilizan cables de fibra óptica, se colocarán en los 51 kilómetros de La Robla a Pola de Lena, con una inversión de 2,7 millones

J.A. (Ical)
17/08/2015
 Actualizado a 10/09/2019
Obras de ejecución del tramo La Robla-Pola de Lena (Variante de Pajares) en la Línea de Alta Velocidad (LAV) Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León-Asturias. | PEIO GARCÍA (ICAL)
Obras de ejecución del tramo La Robla-Pola de Lena (Variante de Pajares) en la Línea de Alta Velocidad (LAV) Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León-Asturias. | PEIO GARCÍA (ICAL)
El Ministerio de Fomento dotará a la Variante de Pajares de 43 sistemas de detección de objetos caídos a la vía para reforzar la seguridad de esta infraestructura que conectará La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias). Estos sensores, que se colocan en vallas y utilizan cables de fibra óptica, serán instalados por Thales España en un plazo de seis meses, lo que supondrá un desembolso de 2,7 millones de euros.

Estos sistemas permiten conocer si la vía está libre de objetos que hayan podido caer en la misma desde los pasos elevados o bocas de túneles. Por ello, se instalarán en este tramo de vía de alta velocidad de 51 kilómetros y se conectarán con el Telemando de Sistemas Auxiliares y el Centro de Regulación y Control de la línea. El Ministerio de Fomento prevé poner en servicio en septiembre el tramo Valladolid-Palencia-León y antes de que acabe el año, si no se presenta ningún problema técnico, uno de los túneles de la Variante de Pajares.

Fuentes de Thales explicaron a Ical que estos sistemas “garantizan, mejoran y complementan las condiciones de seguridad y de confort” de la línea ya que se colocan en puntos en los que existe riesgo de caída de objetos de gran volumen, como los pasos elevados sobre la vía y las entradas a galerías. Consisten en redes sensorizadas mediante un cable de fibra óptica, que cierra un bucle en el sistema de detección, de forma que la caída de un objeto a la vía produce la rotura del cable, la detección del mismo y el envío de la correspondiente alarma al equipo interior ubicado en el cuarto técnico del enclavamiento (o sistema seguro de control de tráfico de trenes).

Esta información se emplea tanto para su envío al Telemando de Sistemas Auxilares o Centro de Regulación y Control como al enclavamiento, actuando sobre la señalización del tramo. Asimismo, el cierre del bucle de cada punto de detección se realiza sobre un par de cables de fibra óptica tendidos paralelos a la vía, permitiendo el sistema hasta ocho bucles de detección por cada par de cables de fibra. El sistema se configura normalmente con redundancia en cada punto de detección (valla) y cada uno de ellos conectado a un par de fibra diferente e instalado cada uno en un lado de la vía.

Igualmente, la identificación y diferenciación de cada uno de los bucles, que permite al sistema saber en cuál se ha producido la rotura, se basa en la transmisión de una señal de datos a través del par de fibra y la medida de los retardos -proporcionales a la distancia a la que se encuentra el bucle- en la recepción de la señal. Los equipos se instalan en edificios técnicos o estaciones, por lo que no es necesario sistemas electrónicos a lo largo de la vía, ya que el bucle más lejano puede situarse a una distancia de 20 kilómetros.

El sistema dispone de las interfaces necesarias para su conexión a Centros de Control o Telemandos de Sistemas Auxiliares que permiten presentar las alarmas en sistemas de gestión integrados y puedan ser utilizados por los propios sistemas de gestión y los operadores de los mismos para tomar las decisiones y acciones necesarias. Este equipo está certificado como SIL4 (Safety Integrity Level), la clasificación más alta de seguridad en equipamiento y 'software' en redes ferroviarias.

Variante


El tramo La Robla (León)-Pola de Lena (Asturias) tiene una longitud de 49,7 kilómetros y en él destacan los túneles bitubo (dos tubos, uno para cada vía) de Pajares y Pontones (25 y seis kilómetros de longitud, respectivamente). Los viaductos sobre el río Huerna se sitúan entre ambos túneles y permiten su conexión y la continuidad de la plataforma ferroviaria.

Esta infraestructura consigue salvar la muralla natural que históricamente ha supuesto el macizo montañoso del puerto de Pajares y asegura la conexión de alta velocidad entre Madrid, Castilla y León y Asturias. La complejidad constructiva de los casi 50 kilómetros de longitud de la Variante hizo necesaria la división del conjunto en tres tramos de obras: La Robla-Túneles de Pajares, Túneles de Pajares y Túneles de Pajares-Pola de Lena.

Obras


Las obras de construcción de la Variante de Pajares dentro del periodo 2000-2006 han sido cofinanciadas por el Fondo Feder, a través del Programa Operativo Integrado de Castilla y León y del Programa Operativo Integrado de Asturias, con 284 y 107,9 millones de euros, respectivamente. También a cargo de las Ayudas RTE-T (Redes Transeuropeas de Transporte), los estudios y proyectos han contado con 3,2 millones de euros.

En el periodo 2007-2013 están cofinanciadas por el Fondo de Cohesión, dentro del programa operativo del Fondo de Cohesión-Feder, las obras de plataforma de los subtramos La Robla-Túneles de Pajares y Túneles de Pajares-Pola de Lena, el suministro y montaje de vía e instalaciones y diversas actuaciones adicionales en el interior de los Túneles de Pajares, con una ayuda estimada de 389 millones de euros. Para el periodo 2014-2020 se han solicitado Ayudas RTE-T a través del mecanismo financiero CEF 'Conectar Europa' para la implementación del Ertms.
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