Fito de Manuel es un pintor de larga trayectoria que ha preferido quedarse en nuestra ciudad a marchar para buscar fortuna lejos de León, como han hecho muchos otros con diferentes resultados. Aunque pasó unos años lejos de la tierra volvió dispuesto a trabajar en lo suyo que es el dibujo. Y ahí sigue.
A lo largo de su trayectoria ha ido poniendo las bases de lo que acabaría siendo estas ‘Estáticas inQuietudes’ y ya en su exposición de finales de 2012 en Vela Zanetti iba hablando del individualismo de la persona en la sociedad y como las tecnologías y comodidades condicionan la vida de los seres humanos en la actualidad.Más tarde, en su propuesta ‘Encajonados’ para el Camarote Madrid planteaba la incomunicación y el individualismo personal con seres humanos encerrados en urnas de cristal.Un paso más lo da en esta exposición introduciendo las pantallas de todos tipos y tamaños en un mundo donde los personajes viven separados y pendientes de esas superpantallas que les dominan. Es el fruto de las nuevas tecnologías que convierte a los seres humanos en solitarios dependientes de las imágenes que les llegan y no son capaces de agradarles sino de agredirles.Fito de Manuel es un gran pintor de dibujos complejos y líneas contundentes y exactas que muestra la realidad humana con todos aquellos aditamentos que sirven para dar comodidad a las personas, pero el resultado es el contrario al que se supone y los personajes se encuentran sometidos a posturas inverosímiles y a unas incomodidades que les agobian, seres atormentados por la vida que no son capaces de comunicarse con los otros y ese individualismo en la comodidad de sus sofás, sus cojines, sus pantallas, se les cae encima y aplasta sus almas. 
Fito de Manuel ha descubierto que los cuadros una vez colgados dejan de ser de su propiedad y pasan a ser de la gente que los hace como suyos, y otro descubrimiento dice él: «he hecho una colección de cuadros de gente normal para gente normal. Todos los personajes están en un momento de reflexión, están como quietos en medio de un movimiento interior. El espacio donde se mueven es una representación de su mundo interior».La pintura de Fito de Manuel es una pintura narrativa que expresa estados de ánimo de todos esos personajes inventados que viven vidas efímeras de una felicidad manipulada por programas que se difunden en todas direcciones y nos hacen ver una realidad deformada e irreal en la que todo el mundo cree a pies juntillas. Y sus personajes son un estudio de anatomías muy bien resuelto. Además de las personas en diferentes actitudes los escenarios de Fito son detallistas con múltiples elementos, como pájaros volando, un gato, carteles, ruinas y sobre todo ciudades con miles de pantallas, desde las enormes que ocupan todo el cuadro hasta las pequeñas de los teléfonos móviles. Y las conexiones entre las redes con miles de cables entrelazados.
Su última propuesta se centra en el bostezo y ha creado varias piezas en las que el bostezo es la esencia de la obra.
Si hubiera que buscar un gran pintor reflexivo que muestre los valores de esta sociedad actual, sin lugar a dudas Fito de Manuel estaría en los primeros lugares con su pintura comprometida e interiorista donde el alma humana del hombre actual se ve reflejada en sus más puras esencias. Una dura realidad con un toque sardónico que impide que sus historias sean comprendidas por aquellos que no desean ver más allá de sus anteojeras. Una exposición que merece la pena ser contemplada detenidamente para conocer de primera mano la obra de este gran artista, que seguramente a nadie que sea capaz de reflexionar sobre la realidad actual defraudará.