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¡Firmes en la fe!

10/03/2019
 Actualizado a 16/09/2019
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El Padre Ignacio de Vegas del Condado era necio como casi todos los naturales de Vegas del Condado. Repetía a todas horas lo que el apóstol San Pablo les pidió a los Corintios(según cuentan los evangelistas y Google), la misma frase como saludo y como despedida de todas sus conversaciones: «¡Firme en la fe!». Era tan necio, tan creyente y tan firme en su fe que, en su lecho de muerte, les dijo a los que le rodeaban: «¿Qué hacemos aquí todos parados? Id a vuestra misión que yo estoy cumpliendo la mía». En Vegas obró un milagro que hoy se puede ver desde media provincia: levantó una enorme Cruz en el monte, sobre la Quebrantada, para lo que tuvo que conseguir donaciones enMéxico y, antes, convencer al alcalde de que hiciera un puente sobre el río Porma. Hay que ser muy necio y tener mucha firmeza en la fe, la propia y la ajena, para conseguir algo así. Su frase me ha resultado necesaria esta semana para soportar este carnaval ya sin caretas en el que nadie pierde el tiempo siquiera en disimular. Mantenerse muy firme en la fe, cada cual la que le corresponda, es imprescindible para sobrevivir entre tanto ruido y tanta mentira. Así, hay que creerse, por ejemplo, que las mujeres españolas no tienen ni puñetera idea de lo que llevan dentro pero sí lo sabe Pablo Casado, ya casi con bigotín y el labio superior inmovilizado de tanto sobreactuar imitando a su maestro, hacia el que siempre se muestra muy firme en su fe, ése al que recurre para refundar ideológicamente el PP y que entre su magna obra presume de ser quien abrió el templo de Génova a ladrones y mercaderes. ¡A conservar la fe de los conservadores! Hay que creerse que el PSOE no ha entendido su llegada al poder como la oportunidad de anticipar su campaña electoral y que es un partido democrático en el que la voz de los militantes es más sagrada que el dedo de Dios y el de su secretario general, sobre todo cuando se trata de mantener viva la esencia del partido: autolesionarse cuando mejor se le presenta el futuro. ¡Firmes todos en la fe del progreso! Hay que creerse que Ciudadanos no es un partido de oportunistas sin principios ni palabra y que la regeneración política que prometieron no consiste en apañar decepciones y resentimientos. ¡Firmes en el postureo! Hay que creerse que en esta comunidad autónoma los poderes están perfectamente diferenciados y no responden a los intereses de ningún partido, como demuestra el caso de Silvia Clemente (hay que creerse también que era muy buena antes y que es muy mala ahora), cuyos numerosos procesos judiciales brotan ahora en el Tribunal Superior de Justicia porque es primavera y no porque se fuera del PP dando un portazo. ¡Firme fe en la justicia! Hay que creerse que los afluentes de la margen izquierda pueden llegar a formar algún día un enorme río que lo arrase todo porque lo que desborda es la indignación del pueblo y no los egos de sus dirigentes. ¡Firmes también ellos en su agnóstica fe! Hay que creer que el leonesismo sigue vivo. ¡Gloria a ti, pueblo sin par! Hay que creer que VOX no tiene su única razón de ser en enfrentar a los españoles y juzgar su grado de españolidad. ¡Impasible el ademán! Hay que confiar en las soluciones magistrales que nos traen diputadas, senadores y procuradores que llevan sin pisar León desde la última campaña electoral y que no volverán hasta la siguiente, como hay que creer también que están todos ellos muy preocupados por nuestros problemas y no por sus ambiciones personales. ¡Firmes todos en la fe! Rezar no nos hace falta y milagros tampoco, que ya tenemos bastante cruz.
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