Finaliza la restauración del cielo abierto del Feixolín en Villablino después de año y medio de trabajo y una inversión de dos millones de euros

Está prevista la instalación de un área de interpretación del entorno de esta explotación para dar a conocer el patrimonio geológico del Feixolín y sus alrededores

L.N.C.
08/11/2015
 Actualizado a 18/09/2019
Pared de pórfidos la explotación minera Feixolín. Arriba, antes de las obras, debajo, después de las mismas. | ICAL
Pared de pórfidos la explotación minera Feixolín. Arriba, antes de las obras, debajo, después de las mismas. | ICAL
La Empresa de Transformación Agraria Sociedad Anónima (Tragsa) finalizó el pasado 27 de octubre los trabajos de restauración del cielo abierto del Feixolín, titularidad de Coto Minero Cantábrico –anteriormente Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP)- y ubicado en el término municipal de Villablino, atendiendo a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 24 de noviembre de 2011.

Los trabajos, que han supuesto una inversión total superior a los dos millones de euros, estaba previsto que se iniciaran en enero de 2014 pero tuvieron que retrasarse a abril como consecuencia de las condiciones climatológicas adversas, lo que también obligó a una paralización temporal de las obras, que no se retomaron hasta abril de este año. Desde entonces se desarrollaron con un ritmo normal y sin incidencias en los plazos y presupuesto previstos inicialmente.

Esta restauración ha tenido como finalidad la recuperación de la cubierta vegetal de la explotación a través de la conformación de unos taludes estables que integrasen paisajísticamente la zona restaurable, así como la mejora del hábitat de las especies silvestres del entorno, particularmente del oso pardo y del urogallo cantábrico. Para ello, se ejecutó un gran volumen de movimiento de tierras, empujando el terreno con bulldozer para distancias cortas o transportándolo con camiones de obra en las más largas.

Además, se acondicionó y mejoró la red de drenaje y se llevaron a cabo las operaciones necesarias para la correcta gestión de los residuos, como hormigones, aglomerado y depósitos de aceite y, en particular, los procedentes del desmontaje y demolición de las naves, instalaciones y elementos auxiliares. Finalmente, se procedió a la extensión de tierra vegetal y a la repoblación forestal de los terrenos mediante siembras y plantaciones, para lo cual fue necesaria la contratación de diez trabajadores de la zona.

Por otra parte, una de las zonas de la explotación, por la singularidad y el interés geológico que presentan los taludes en roca que la conforman, al cortar una serie de diques de pórfido que, a su vez, cortan la serie carbonífera, albergará un área de interpretación del entorno de esta explotación. La iniciativa, que ha sido promovida por el Ayuntamiento y será financiada por la Junta de Castilla y León, se centra en dar a conocer el patrimonio geológico del Feixolin y sus alrededores, así como las peculiaridades que presenta la pared y su formación.

Marcada por la polémica


Las primeras autorizaciones para la explotación del cielo abierto se recibieron en 1986 y la actividad se desarrolló con normalidad hasta 2006, momento en el que se ordenó una primera paralización de la corta por entender que las licencias disponibles no eran adecuadas. La mina continuó funcionando a pesar de que la autoridad judicial consideraba que no contaba con las licencias pertinentes, y ante la petición de paralización, la empresa amenazó con el despido de medio millar de mineros en la que estaba considerada la mayor explotación a cielo abierto de la zona, donde se calcula que se llegaron a obtener hasta tres millones de toneladas de carbón.

Un vecino de la zona, Antonio Arias Tronco, denunció ante los tribunales la actuación de la empresa minera y ya en 1995 consiguió que el TSJCyL dictaminara la ilegalidad de la explotación, al carecer de licencia ambiental y urbanística y estar actuando únicamente con un permiso de minas. Sin embargo, la empresa consiguió aplazar el cumplimiento de la sentencia y realmente contaba con el permiso para seguir sacando carbón hasta agotar casi todo el yacimiento.

Clausura definitiva


Fue en 2009 cuando, después de múltiples denuncias por la actividad de CMC por la explotación de este paraje a pesar del plan de cierre y de las sentencias al respecto, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León obligó a la Junta a adoptar las medidas necesarias para la clausura de la actividad minera en El Feixolín.

La sentencia, dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo número 1 de Valladolid, ordenaba también a la administración autonómica la apertura de un expediente sancionador contra CMC por la explotación del cielo abierto, así como la restitución del daño causado en el entorno natural. Además, y según el dictamen del TSJ, se obligaba a la compañía minera a reparar los daños provocados por las escombreras "ilegales", incluso en las finca aledañas, asumir el pago de las compensaciones por ubicarse en un lugar protegido e integrado en la Red Natura 2000, así como a devolver el dinero del carbón apropiado “de forma ilegal” al menos desde el año 2004.
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