15/03/2015
 Actualizado a 13/09/2019
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Tiene sorprendente actualidad la descripción de las comunicaciones de nuestra provincia de la Guía Cómica de León, que ya en 1929 señalaba: «Tenemos la mar de ferrocarriles en proyecto, que pondrán nuestra provincia a una altura envidiable, todo es cuestión de tener paciencia hasta entonces».

No creo que sus autores hubieran podido imaginar que 86 años después seguiríamos haciendo acopio de paciencia mientras los principales trenes que unen Oviedo y Madrid circunvalan nuestra ciudad a la velocidad del rayo, evitando el fondo de saco en que nos hemos convertido. Claro que en la época de la Guía Cómica había al menos Estación de Norte, frecuentada no sólo por viajeros, sino también por guardagujas y maleteros, y ahora la Estación del Norte es una ruina tenebrosa y los guardagujas y maleteros del siglo XXI son parados de larga duración. Es el progreso, señores.

Pero no es momento de lamentaciones, porque «el sistema que nos hemos dado» no nos ha proporcionado solamente desgracias, también nos garantiza hermosas inauguraciones en los periodos preelectorales que tienen lugar cada cuatro años. Y a punto estamos de entrar en uno de ellos, en varios seguidos, mejor dicho, de modo que casi podemos asegurar que el AVE llegará a León en el primer semestre de este año.

Se dice que cuestiones de seguridad harán que su velocidad tenga que limitarse durante los primeros meses, y que habrá tramos que, provisionalmente, carecerán de doble vía, pero por algo se empieza.

El problema es que aunque estamos en condiciones de garantizar que el AVE llegaráa León, no estamos muy seguros de por dónde saldrá, porque, de momento, la estación de León es fin de trayecto.

Los partidos de la oposición, y los emergentes, se sienten obligados a proponer el soterramiento de la vía más o menos hasta Cuadros, o hasta La Robla si es necesario. El PP, sin embargo, parece que defiende un proyecto más modesto pero cargado de sentido común, que vuelve a colocar a León en el mapa ferroviario y permite que el tren salga de nuestra ciudad por donde siempre salió, con mejoras en la vieja infraestructura que no suponen un gasto público suntuario e inasumible.

La cuestión es que el partido que ha parido esta solución lleva años gobernando la Administración estatal, autonómica y local con mayoría absoluta, y ha decidido proponerla cuando está a punto de perder las tres.

Nerón había ideado magníficos proyectos para Roma poco antes de que lo apuñalasen, pero a nadie le importaban ya. «¡Qué artista muere conmigo!» dijo.
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