Fin a una temporada de trucha con altibajos

Este domingo se completa el cierre de la pesca en todas las aguas trucheras de la provincia / Fue buena en capturas y mala para los ecosistemas fluviales

Rodrigo Prado Núñez
13/10/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Un pescador, en plena faena en uno de los ríos de la provincia. | R.P.N.
Un pescador, en plena faena en uno de los ríos de la provincia. | R.P.N.
Este domingo, día 15 de octubre, se completa el cierre de la temporada de pesca en todas las aguas trucheras de nuestra provincia.
Lejos queda aquel día que se abría la veda y todos iniciábamos la pesca de la trucha con ilusiones renovadas convencidos de que una buena temporada nos aguardaba. Al final el balance es positivo a pesar de que la naturaleza nos puso aprueba con un año de los más secos de las últimas décadas. Fue una temporada con altibajos, pero hay que reconocer, así lo revelan los resultados, que los ríos se siguen recuperando y el futuro, si se toman en serio algunas medidas, es prometedor.

Es hora de echar cuentas de una temporada irregular en muchos aspectos. Los ríos naturales, que comenzaron en muy buenas condiciones, con la llegada del verano vieron mermar sus caudales de forma alarmante, de tal manera que la administración estuvo a punto vedar algunos de los ríos más afectados y los agentes Medio Ambientales se vieron obligados a rescatar miles de truchas que quedaron aisladas por la sequía.

El manejo de caudales que ofrecen las presas condiciona muy mucho la pesca para los tramos de ríos regulados y fue en estas fechas, al final de la temporada, que tuvieron que verter caudales mínimos ecológicos condicionando mucho la pesca en superficie, así y todo, los ríos Esla, Órbigo, Porma, Sil y Luna han sido muy visitados en estas últimas semanas y su comportamiento ha sido generoso. A la leonesa y a mosca seca se pescaron muchas truchas y de buena talla.

Lo peor de la veda es que los ríos quedan a partir de ahora solitarios y a merced de los cormoranes y de los furtivos Nos despedimos de una temporada que se puede considerar buena en cuanto a capturas, pero muy mala para los ecosistemas fluviales que sometidos una sequía dura y persistente en el tiempo traerá consecuencias muy negativas. Le decimos adiós, pero seguiremos pensando en la pesca y en el río continuamente. Es triste alejarnos de lo que nos gusta, pero nuestra alma no queda desconsolada porque sabemos que esta parada biológica es tan natural como necesario para que los ríos descansen y proteger la época de reproducción de la trucha. Nos despedimos, sí, pero ya estamos contando los días para dar la bienvenida a lo próxima campaña y soñando con esos peces que nos esperan entre reflejos de agua para complacernos y calmar nuestro espíritu.

Lo peor de la veda es que los ríos quedan solitarios y a merced de los cormoranes y furtivos. Cormoranes que ya planean sobre sus aguas en busca de su alimento preferido, los peces. Esta pasada semana, en el río Esla, a la altura de Cistierna, ya se avistaron varios de estos grandes y negros pájaros rondando y chapuzando en los grandes pozos.

La merma de los caudales obligó a rescatar a miles de truchas que se quedaron aisladas por la sequía Aunque sabemos que se ha intensificado la vigilancia sobre los furtivos son muchos los que siguen matando truchas fuera de la ley. También es preciso controlar la contaminación de los vertidos y basuras, así como el cumplimiento de los caudales ecológicos. Es de esperar que la administración no baje la guardia por el bien de nuestros ríos.

Podemos seguir pescando con caña, durante todo el año, en todas las aguas de acceso libre no trucheras y en las siguientes masas de agua: Cuenca del Sil: Embalse de Bárcena: Formado por el río Sil, desde la confluencia del arroyo de Velasco con el río Sil, hasta el muro de la presa. Embalse de Campañana: En toda su extensión. Subcuenca del río Tuerto: Lagunas de Valderrey y Embalse de Benamarías.

En todas estas aguas las truchas que se pesquen fuera de su época hábil serán devueltas al agua.
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