Así, partidos como el del Astorga en la Tercera División o el de la Cultural de la División de Honor Juvenil tuvieron que ser aplazados por el estado del terreno de juego en un caso o la imposibilidad para el rival de viajar hacia tierras leonesas en el otro. Un escenario que se ha repetido en varios encuentros de diferentes disciplinas como también le ocurrió al Ciudad de Ponferrada de baloncesto, que en su caso aplazó su partido por un caso de Covid en el rival, madrileño, que tampoco se hubiera podido desplazar.
Sin embargo, quienes más complicado lo han tenido y de hecho lo siguen teniendo son aquellos que debían utilizar el aeropuerto madrileño de Barajas para desplazarse a disputar sus partidos. Es el caso del Pajariel Bembibre, que viajaba a Tenerife el viernes ya con sobresalto tras un problema mecánico en el avión que obligaba a la expedición berciana a cambiar de avión. Una vez en la isla, no tuvo mucho más suerte el equipo de Pepe Vázquez, que tuvo problemas con el autobús en el que debía desplazarse y que además se llevó una dura derrota por lo ajustado de la misma ante Clarinos.
El domingo por la mañana tenía previsto su regreso el conjunto del Bierzo Alto a Madrid, pero tras 8 horas de espera en el aeropuerto, se confirmó la suspensión de su vuelo. Tras pasar la noche en un hotel, este lunes regresaban al aeródromo para intentar coger un avión que debía salir a las 17:00 horas y que se volvía a retrasar de nuevo sin tener confirmado su regreso.
Gonzalo y Jaime, en Estambul
Aún más lejos de casa les ha pillado Filomena a Gonzalo Pérez y Jaime Fernández, jugadores del Abanca Ademar que se encontraban con la selección española en Moscú disputando un torneo.
Junto al resto de la expedición, los dos extremos leoneses salían de Moscú el sábado con el objetivo de llegar a Madrid ese mismo día previa escala en Estambul. Sin embargo, se quedaron en Turquía la noche del sábado tras comunicarse la clausura de Barajas. Tras pasar la noche del sábado en un hotel, el domingo volvían a intentar regresar a España, algo que tampoco consiguieron ante la situación metereológica después de horas en el aeropuerto. Tras cambiar de hotel y esperando que a la tercera fuera la vencida, este lunes esperaban poder regresar a Madrid, pero la imposibilidad de dar cabida a todos los vuelos programados al contar con la mitad de pistas disponibles y solo una terminal, hace que tampoco fuera posible el regreso, esperándose que por fin este martes puedan volver a casa.