Filandero de palabras argollanas

El diccionario coloquial de Los Argüellos, de Ángel Fierro, se presenta este jueves en el ILC de una forma singular, con un filandón con cuatro paisanos de la comarca: el autor, Antonio Manilla, Fulgencio Fernández y El Jilguerín de Casares

L.N.C.
16/05/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Bolos en Cármenes, el municipio central.
Bolos en Cármenes, el municipio central.
Esvolar, cimbrar, Iranda, piedraslumbres, boñiquero a estinguir, cartabón calibrado, devisa, Jamaro, pandiecha, anís viriato, avionar, encalamondrar se, changuí... son palabras o expresiones de las viejas tierras de Arbolio —que hoy son los Argüellos Leoneses— que pueden resultar extrañas o desconocidas lejos de allí y hay otras que sí ‘suenan’ pero que pueden tener otro sentido o una historia detrás. Por ejemplo, jamaro es un burro, como cualquier otro, pero en ese nombre está integrada también la historia de su dueño, el inolvidable Angelillo, que de profesión confesaba ser «un boñiquero a extinguir», expresión también incorporada al ‘Diccionario coloquial de Arbolio’, que hoy se presenta en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura. No será una presentación al uso sino un filandón (filandero allí)con el autor del diccionario, Ángel Fierro, y los vecinos de los Argüellos Antonio Manilla, Fulgencio Fernández y Mario González, ‘El Jilguerín’ de Casares, que le pondrá música al acto con el rabel.

Fierro, autor de este impagable e inmenso trabajo de recopilación, explica que el diccionario coloquial formaba parte de un proyecto mucho más amplio. «A lo largo de más de treinta años, recogí toda una serie de elementos de la cultura inmaterial del sistema de vida tradicional, que se veía ya en fase de extinción. Además de la atención prestada al léxico, abordé otros géneros literarios y musicales de la cultura inmaterial de Los Argüellos, concretamente los cuentos tradicionales, la legendaria, el romancero, y el enorme legado del cancionero tradicional». Todos ellos fueron viendo la luz en diversos libros (cinco) y diez grabaciones discográficas, excepto el diccionario. «Le costó trabajo a este Diccionario coloquial encontrar un encaje editorial adecuado. Las Instituciones y la Universidad marearon la perdiz de un lado para otro, hasta que finalmente decidí publicar a mi cargo una edición no venal de treinta ejemplares, destinada a mis familiares y amigos, para salvarla del olvido (2016). Quiso el destino que un ejemplar cayera en manos del área de Cultura de la Diputación, que decidió darle acogida en la revista Tierras de León, mediante este número monográfico doble que ahora ve la luz y hoy presentamos».

Señala Ángel Fierro que le animó la existencia de publicaciones parecidas en otras comarcas, pero no había prácticamente nada en Los Argüellos: «Había poco y hube de desautorizar, muy a mi pesar, el trabajo realizado por A. Raimundo Fernández, ‘Los Argüellos. Léxico rural y toponimia’ (1966), por la flagrante falta de información veraz y contrastada, según documento, por lo que prácticamente empecé de cero». Como una peculiaridad de su trabajo elige el hecho de «no dotarlo de ningún empaque académico o profesoral. He renunciado voluntariamente a conceptos muy apreciados por los lingüistas, como analizar el vocalismo, la morfología, la toponimia, la fonética, la sintáctica o la sinonimia… Por el contrario, adopto voluntariamente un tono desenfadado, donde la lírica, la épica y el humor son la más genuina representación del talante del territorio. Mi trabajo se vio potenciado por la interesantísima revista Picogallo, editada desde la Asociación Cultural de Cármenes durante algunos años, y su sección Fetivamente, dedicada al lenguaje».

Todo lo apuntado hace que este singular diccionario acoja un sinfín de anécdotas que ilustran la palabra y hacen la lectura mucho más amena.
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