16/08/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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El ferrocarril de vía estrecha fue una herramienta que permitió la relación de la Ciudad Leonesa con buena parte de su entorno montañoso. Ese tren contribuyó a dar el carácter de capital a León durante un siglo, convirtiéndolo en referente de comarcas que entonces resultaban remotas. El tren de Feve jugó un papel importante en la España de las regiones, pero ahora vivimos en otra etapa: la España de las ciudades.

El papel de las infraestructuras ha ido cambiando en la misma medida. Nadie puede hablar ya del ferrocarril como hace 40 años. La concentración poblacional en las aglomeraciones urbanas provoca que muchos espacios rurales desertizados deban quedar conectados solo por carretera. Al contrario de lo que algunos dicen, la mayoría de estos pueblos nunca estuvieron mejor comunicados que ahora. La carretera permite desplazarse en un tiempo y con una disponibilidad sin competencia.

En ese ámbito de debate se encuentra la línea de Feve en León, que cumple con dos funciones. La primera y más importante es la de intercomunicador de proximidad del área norte metropolitana por la vega del Torío. La segunda utilidad es la conexión punto a punto con las principales estaciones de la zona, capaces de generar tráfico de viajeros y mercancías, que justifiquen la parada. Y eso debe ser así porque no se puede recoger 2 pasajeros en un apeadero provocando la disuasión de otros 10 en una estación por el retraso en el viaje. En resumen, el tren de Feve no debe parar en todas las estaciones.

La cuestión de más contenido es su papel como transporte en el área metropolitana. A ese respecto hay que decir que el municipio capitalino tiene 39 km cuadrados de superficie, una cifra ridícula por alejada de la realidad del León metropolitano. Ningún grupo municipal hace nada para corregir esta disfunción, lo que supone una irresponsabilidad. Esto lleva a la estructura urbana a la inoperancia y a la invisibilidad exterior. Una de las peores consecuencias que trae tal disparate es la ausencia de planificación en el transporte metropolitano. Es ahí donde encaja Feve en combinación con una sola red de autobuses que ahora está duplicada.

Y ante esto cabe preguntar al gobierno municipal de León qué piensa hacer con el pasillo de Feve en el municipio. Si no han maniobrado para recuperar el transporte por este corredor ¿para qué recuperaron el trayecto gastando una fortuna? ¿Pensaban hacer algo diferente o solo querían tirar el dinero?

León necesita una visión a largo plazo que no se aprecia en el debate municipal. Feve ocupa un lugar central en él, pues metropolitaniza la ribera del Torío más próxima al núcleo urbano.
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