Fermín García Sevilla: "Hemos estado sometidos a la dictadura del abstracto"

El artista manchego, considerado el mejor paisajista español, imparte el domingo una ‘master class’ en el Centro Comercial León Plaza

Joaquín Revuelta
18/01/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Fermín García Sevilla pintando del natural en sus frecuentes salidas al campo.
Fermín García Sevilla pintando del natural en sus frecuentes salidas al campo.
Fermín García Sevilla es uno de los grandes referentes del realismo pictórico en nuestro país, un eminente paisajista al que apodan, no sin razón, Maestro, que este domingo, por iniciativa de la artista Cristina Masa, imparte una master class en el Centro Comercial León Plaza, la cual se desarrollará desde las 9:00 hasta las 13:00 horas para medio centenar de personas, algunas de ellas llegadas de otras provincias, que tendrán la oportunidad de ver comenzar y terminar un paisaje pudiendo a su vez comentar y preguntar al artista de Tomelloso (Ciudad Real), considerado por un amplio sector de la crítica especializada como el mejor paisajista del país.

No es la primera vez que acude a León por motivos profesionales. De hecho, recuerda García Sevilla, tuvo la oportunidad de exponer hace ahora tres años una parte de su obra en la galería Alemi de la plaza San Marcelo. «He visitado León en varias ocasiones. Me gusta mucho el entorno y he pintado por la zona de Santa María del Páramo y San Justo de la Vega. He estado en varios sitios y la verdad es que siempre me ha llamado mucho la atención. Además, tengo buenos amigos en León y tenéis una catedral que es una maravilla, una belleza. Ahora, que me han propuesto hacer esta master class en León, no lo he dudado ni un solo instante», comenta el artista manchego, cuya labor docente ocupa también una parte importante de su tiempo. «No tengo ningún problema en eso porque lo que hago habitualmente es pintura del natural, pintura en directo, y generalmente no lo hago en el estudio sino que salgo al campo. En el caso concreto de la master class sí que se hace un desarrollo, una interpretación y aplicación de la luz del natural al lienzo. Los alumnos los suelo escoger de toda índole, tanto gente que empieza como gente que ya tiene un cierto bagaje en la pintura. Me satisface enseñar porque soy una persona que habitualmente se suele esconder muy poco. Intento hacer ver a la gente el natural y el paisaje tal y como yo lo veo. Y sobre todo que aprendan a entender la luz, que no es fácil porque en el campo abierto se manifiesta de distinta manera a cuando tu estás en el estudio. En el campo estamos sometidos a los caprichos de la naturaleza. Me gusta mucho que la gente sienta interés por salir al campo a pintar».Tomelloso es cuna de grandes artistas del realismo pictórico, como Antonio López Torres, Antonio López García o el propio Fermín García Sevilla, que reconoce que López Torres fue de alguna manera el que sembró la semilla del arte en el aún niño Fermín García. «Me relacionaba con él porque venía mucho a casa, pues era muy amigo de mi padre y sobre todo de mi abuelo. Él era muy aficionado a la ornitología y yo también, y en cierto modo me fui metiendo en el mundo de la pintura, que me apasionaba, sobre todo el dibujo, y en alguna ocasión me animó, pero también me advirtió de las dificultades que esto tenía, como efectivamente así ha sido», confiesa García Sevilla, dificultades que resume en una expresión suya que viene a decir que la pintura nos pide mucho y raramente nos da algo. «Así es, porque quien hace de la pintura su forma de vida sabe lo que le toca. Pintores están saliendo en España muchos y muy buenos. Hay muchísimos que pintan pero solo unos cuantos llegan y sobre todo se mantienen», señala el artista, para quien la pintura «te exige una cantidad de horas de trabajo ímprobo, intentando cada vez superarse a uno mismo, y por el contrario te da muy poco en contadas ocasiones. Si tienes suerte y te introduces en el mercado del arte de una forma potente y estable, puedes sobrevivir y tener la satisfacción de hacer lo que tu quieres».Fermín García Sevilla es consciente de que durante algún tiempo los pintores realistas no tuvieron el reconocimiento por parte de la crítica especializada y del mercado, que siempre valoraron más el arte abstracto. «Por suerte hoy dentro del arte contemporáneo también se contempla el realismo y se contempla la figuración. Pero sí, digamos que hemos estado sometidos a la dictadura de ese tipo de arte que no tiene nada que ver con el realismo, no sé si hablar de abstracción, si hablar de conceptual o de otro tipo de cosas que yo respeto muchísimo. Durante mucho tiempo ha habido una serie de gente muy vinculada al mundo del arte que menospreciaba el realismo porque venía a decir que para eso ya está la fotografía. Si la pintura realista se interpreta como se debe interpretar nada tiene que ver con la fotografía. Además, los buenos fotógrafos saben perfectamente que la fotografía recoge algo que el ojo humano lo ve como mucho más nítido, mucho más sentido y mejor interpretado. Tu puedes hacer auténticas maravillas con la fotografía pero nunca llegarás a desarrollar el color como lo desarrolla un pintor. Hemos estado siempre con una espada de Damocles encima con el tema de la abstracción, que si no se hacía ese tipo de arte o un tipo de arte determinado no estabas a la moda. Soy de la opinión de que en el arte no hay modas, solo existe arte bueno y arte malo y hay que darle a cada uno la importancia que realmente tiene».García Sevilla reconoce que a la hora de enfrentarse a un paisaje lo que busca es «un amplio registro de luces, pues no es lo mismo pintar en Galicia, en Andalucía o en Ibiza, que son sitios que yo frecuento. Todo lo que uno experimenta en el campo es muy bonito. Además, uno tiene la obligación de avanzar, evolucionar, y a mí concretamente la naturaleza es la que más me ayuda, es el mejor maestro, por lo que no tengo predilección por un tipo de paisaje en concreto», sostiene el artista, si bien reconoce que en Castilla la Mancha se da una luz de lo más puro y limpio que existe. «Pero me interesa cualquier cosa. En mayo voy a la Toscana a impartir un curso y estoy deseando de llegar a este sitio pues por lo que conozco a través de fotografías me parece una maravilla. Todo me llama la atención. En cualquier sitio hay un cuadro», asegura García Sevilla.En opinión del artista de Tomelloso el color es importantísimo para crear la luz, elemento primordial en sus cuadros. «Luego hay otras cuestiones, como son composición y dibujo, que para mí concretamente son fundamentales. Es un compendio, un cúmulo de cosas. Así lo veo yo», señala García Sevilla, que en su primera época también practicó el retrato, una técnica que fue abandonando por el paisaje. «Ahora ya no lo hago. Si viene algún encargo que resulte atractivo podría hacerlo, pero prefiero centrarme en el paisaje porque, como dice el refrán, quien mucho abarca poco aprieta. Hay pintores que tocan todos los palos y lo hacen francamente bien, pero yo prefiero estar centrado en un solo género», confiesa este Maestro del paisaje, que espera poder volver a exponer pronto en León. «Ya tengo conversaciones con Gelines, de la galería Alemi, lo que pasa es que ahora tengo una exposición en La Coruña, tengo pendientes dos viajes a Italia y uno a Alemania, y además en mayo del 2020 expongo en Madrid. Como puedes comprobar, estoy a tope».
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