Por lo demás, parece que este año no habrá que temer las ya acostumbradas sequías, aunque todavía habrá que esperar a lo que dispone esta primavera.
Modernización
La comunidades de regantes de la cuenca del Duero son conscientes que estos problemas se erradican a través de los sistemas de regadío, y en ello han estado trabajando en estos últimos años. Pero no parece que se vaya a poner solución a corto plazo, ya que falta una parte importante de la financiación, dependiente del Ministerio. Son muchas, concretamente 80.000 hectáreas –40.000 en León–, con canales de modernización. Ahora la pelota la tiene el Gobierno Central, según este organismo, puesto que «si no hay presupuestos no hay dinero». Asimismo, aclaran que por la parte que deben de poner los regantes, así como la Junta de Castilla y León, que, dicen, cuenta con un montante para ello, «no hay problema», pero de momento tocará seguir esperando; «la situación sigue igual, no ha avanzado». En lo que respecta al sistema de regulación del Órbigo, el presidente de Ferduero reconoce que «sigue pendiente, pero no se hará hasta que así lo disponga un gobierno; porque nadie quiere tomar las decisiones», sentencia Ángel González Quintanilla.