Femenina, un verdadero desastre sin paliativos

LIGA FEMENINA | La escasez de luchadoras lastró una competición que resultó anodina

Fulgencio Fernández
22/07/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Luchadoras de gran calidad, como Nerea y Edi, que apenas se agarraban una vez.
Luchadoras de gran calidad, como Nerea y Edi, que apenas se agarraban una vez.
Es duro para una luchadora hacer muchos kilómetros para llegar a un corro y agarrarse solamente en un combate. O lo es, por extraño que parezca, quedar campeona sin haber luchado. O ser la subcampeona sin haber ganado ningún combate.

Pues estas cosas ocurrieron en una Liga Femenina para olvidar, un desastre sin paliativos pues apenas acudían 9 ó 10 luchadoras entre las tres categorías, con lo que llenar el cuadro de honor –las cuatro primeras– ya era una gesta. Eso no le resta méritos a las tres ganadoras: la niña Isabel Justel, en ligeros; Nerea Lorenzo, una excelente luchadora y judoka, en medios; y Vanesa Santos, en pesados, que demostraron gran fe a lo largo de toda la Liga y también tienen calidad.

El problema no son ellas, todo lo contrario, ellas –y las otras siete u ocho que las acompañaban– merecen el reconocimiento de todos y hasta un homenaje. El problema es una competición mortecina y abandonada que requiere ponerse manos a la obra y trabajar.
El asunto viene de lejos. Da la impresión de que aquella iniciativa de ‘Nosotras luchamos’, con el famoso y trabajado vídeo incluido, marcó un momento para ponerse a trabajar en serio que no fue aprovechado, ni mucho menos, más bien todo lo contrario. Fueron engañadas, se les prometió diálogo y soluciones y si te he visto no me acuerdo.

Isabel Justel, Nerea Lorenzo y Vanesa Santos ganaron una liga que pide atención urgente Fruto de ello fue el cansancio de muchas, de históricas de este deporte que dejaron de aparecer por los corros: Mónica Matía, María Rubiera, Marta Llamazares, Tamarina, Miriam Marcos, Paula, Patricia y un largo etcétera... que son historia viva de la competición femenina dejaron de aparecer por los corros.

Con esta situación son muchos los pueblos que ya «amenazaron» con no hacer lucha femenina porque les parecía una tomadura de pelo pagar 700 euros y que no se cubrieran ni las cuatro primeras plazas. Y son muchos los que han cumplido la amenaza pues de más de diez corros en los últimos años se ha pasado a que este año tan solo se contemplan dos en el calendario de competición: Liegos y Prioro.

Un desastre absoluto.
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