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Felices pascuas y próspero año

28/12/2021
 Actualizado a 28/12/2021
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Por estas fechas de fin de un año y comienzo de otro siempre ha sido muy socorrida la expresión de «Felices pascuas y próspero año nuevo». Lo de felices pascuas no sé si mucha gente sabrá lo que significa. Pascua significa paso. Así la pascua judía es la celebración del pueblo de Israel por pasar de la esclavitud en Egipto, a través del Mar Rojo, hasta la libertad. La pascua cristiana es el paso de Jesús de la muerte a la vida tras la resurrección. ¿Y las pascuas de Navidad? Digamos que ha de suponer más de lo mismo, un cambio, una liberación, si se toma en serio el nacimiento de Jesucristo, que debería hacernos mejores en la medida en que le sigamos. Incluso aquellos que no se consideren cristianos habrán de reconocer que, aunque nos queda mucho por cambiar, el nacimiento de Jesús no sólo divide el cómputo del tiempo en un antes y un después, sino que ha supuesto la semilla de una humanidad nueva, sustentada en el reconocimiento de la dignidad de la persona, en la verdadera libertad y en el amor a los demás. Otra cosa es que no terminemos de hacerle caso. Si el mensaje de Jesús se toma en serio, es la mejor contribución a un futuro más próspero.

Pero hete aquí el amor no acaba de triunfar. Son muchas las divisiones, es mucha la crispación, la rivalidad por el afán de poder o de riqueza, el egoísmo y la insolidaridad que empañan el ambiente, la crispación… Así no podrá haber prosperidad. Y la habrá en la medida en que haya gente buena, que la hay, queno cae en la tentación de separatismos insolidarios, en buscar solamente el propio interés, en aceptar con humildad y sin complejos el mensaje de Aquel cuyo nacimiento ha dado origen a la Navidad.

Pero, ¿qué les queda a algunos de la Navidad? ¿Cómo enseñan los padres a sus hijos a vivir este tiempo tan especial? Una Navidad al margen de Dios no pasa de ser una caricatura, como una boda sin novios y sin amor, como un partido de futbol sin balón, como un jardín sin flores, como un día sin sol, como unas gafas sin cristales… O sea, nada.

Para que al año nuevo sea próspero tienen que producirse muchos cambios, jugando un papel muy importante la política, pero también la colaboración de cada ciudadano. Lo ideal sería tener muy claro un buen diagnóstico para detectar los problemas y necesidades de nuestra sociedad y después buscar unidos, honradamente, con realismo y con generosidad, las soluciones más acertadas, dejando a un lado los intereses personales de los gobernantes. Casi nada.
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