22/03/2020
 Actualizado a 22/03/2020
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Aurelia guarda el secreto de las palabras viejas y las utiliza. Te llama fato si lo eres, le llama bisbera cuando solo es un hilo de hielo, dibura a la leche sin nata y curricasa al trigo pobre. Incluso ve en el cielo el arrebol pese a que insiste en que está casi ciega.

Aurelia camina para los cien y como los 96 años anteriores siempre se levanta entre dos luces, cuando va a amanecer —salvo cuando el Gobierno la engaña cambiando la hora—prende la cocina, en invierno o en verano, y cuando ya tira con fuerza la retaca con leña gorda, en invierno y en verano, y se va a dar un paseo, a paso ligero, con 'echarpe' en verano y con abrigo y pañuelo sobre la cabeza en invierno. Llega a casa de regreso después de una larga caminata, justo cuando pita el panadero. Después vuelve a llenar de leña la cocina y ya comienza a colocar sobre la chapa los guisos del día, que se hacen a fuego lento.

Y ya se sienta, a mirar por la ventana, sin encender la televisión. Dice adiós a los que pasan, mira de reojo la chapa de la cocina, y a la una en punto come para dar otro paseo antes de que se eche la noche encima, «antes de que salgan de paseo las ánimas», dice con cierto misterio.

A Aurelia le han roto la vida. Tuvo que poner la tele para enterarse de lo que pasaba y se asustó. Se levanta al amanecer y prende la cocina pero no sale a dar su paseo. No calcula muy bien los tiempos de las cazuelas sobre la chapa y come a destiempo, aunque no le importa mucho porque tampoco sale a dar el paseo. El pan se lo dejan en la puerta, colgado del picaporte con una bolsa. Mira por la ventana pero no pasa nadie y si pasa no puede hablar con él. Se acuesta casi de día pero a su habitación ya han llegado las ánimas cuando ella se acuesta.

- Aurelia, mujer, salga que le de el aire, vaya hasta la tienda o de un pequeño paseo por donde no haya nadie.

-No hijo no. Yo ya tengo todo hecho en la vida, con casi 100 años, pero por nada del mundo quisiera que enfermara cualquiera de vosotros, que sois jóvenes.

¿Tan difícil es ser igual de generosos que ella?, pero al revés, ser no ya generosos, respetuosos, con ella.
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