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Familia, empresa... hacer ciudad

14/10/2017
 Actualizado a 14/09/2019
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La próxima semana coincidiendo con que la Brújula pone rumbo a León un año más, ‘Javi Óptica Europa’ o ‘Javier el de Aleco’, presentará un portal de internet cuyo fin no es precisamente vender a través de la red.

Todos los que trabajamos en esto de la radio en algún momento nos hemos enfrentado a la clásica pregunta de: ¿Qué futuro le espera? Y todos hemos estado de acuerdo en que la radio es invencible. Nadie mejor que ella ha sabido convivir con las nuevas tecnologías, se ha hecho incluso más fuerte, aprovechando internet y las redes sociales para crecer.

No sé si mi apreciado Javier ha tomado esta máxima como suya, lo cierto es que ha encontrado la fórmula ideal para ensalzar el pequeño comercio presencial, el de toda la vida, ese que los técnicos modernos llaman ‘de proximidad’. Menéndez se ha atrevido a poner en marcha una página que no vende online, simplemente posiciona e informa sobre las tiendas –que no tienen por qué ser de su asociación– abriéndote la puerta a disfrutar del placer de ver, oler y sentir el producto in situ. Porque comprar tiene que ser una actividad feliz, una diversión, y tanto el comprador como el vendedor no deberían ser unos siesos.

Que León es una ciudad de compras nadie lo duda, y que en León emprender es muy difícil tampoco. Y es complicado porque nuestro ADN no es precisamente emprendedor sino todo lo contrario. Quién no ha escuchado en casa la famosa frase de: «¡Hazte funcionario que así asegurarás el futuro, y el sueldo!».

Pero aún así, si consigues salvar esa idea y decides emprender te encuentras con otras mil y una zancadillas que sólo hacen que minarte la moral, hasta llegar a la más importante… la elección del local.

En pocas ciudades encuentras tantos locales vacíos como en la nuestra. Da igual si son calles principales o la paralela de la paralela. Inmuebles con el cartel de ‘se alquila’ cuyos propietarios en lugar de ayudar al emprendimiento rebajando un poco sus pretensiones y así poder crear y sembrar en su ciudad, prefieren esperar y tenerlos cerrados con precios fuera de órbita como si esto fuera Serrano a la espera de que llegue una multinacional desorientada que seguro quepagará sus impuestos en Delaware.

Por eso, permítanme que vuelva al bueno de Javier y cómo no, a su querida mujer Lidia, por la que siente admiración, es fácil comprobarlo por cómo le brillan los ojos cuando habla de ella. Juntos, hace 30 años, decidieron emigrar desde Madrid para iniciar una nueva vida y emprender en León, poniendo en marcha una óptica y formando una magnífica familia. ¡Qué mejor manera de hacer ciudad!
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