Fallece Uco, empresario de la madera, patriarca de la lucha, símbolo de La Vecilla

El conocido industrial, Tomás Sierra, falleció a los 91 años tras una fulminante enfermedad

Fulgencio Fernández
02/09/2022
 Actualizado a 02/09/2022
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Hace poco más de un mes seguía siendo uno de los mayores placeres de la tranquila sobremesa de La Vecilla poder tomar un café con Uco, seguramente el personaje más popular del pueblo, y charlar con él, más bien escucharle pues eran tantas las historias y aventuras que acumulaba que no se le acababan y las recordaba con enorme lucidez.

Bien es cierto que, de repente, podía mirar el reloj y decía “me voy que tengo cosas que hacer” y es que a los 91 años seguía al pie del cañón, siempre tenía algo que hacer, algún trato que cerrar. Mantenía una sorprendenteactividad y sonreía cuando escuchaba detrás que alguien decía la frase que más se repetía, “pues tiene más 90 años”.

Hace poco más de un mes uno de sus nietos, Tomasín, ganó un corro más (los había ganado todos hasta que se lesionó) y él que siempre es parco en palabras y comentarios aquel día sí quiso decir algo: “Quiero dedicarle el corro a mi abuelo Uco, que está en el hospital”.

Hace menos de un mes, el 7 de agosto, otro de sus nietos, David, regresó a la actividad después de 14 años retirado para ganar un corro, en La Vecilla precisamente. Y después de ganar la crónica del corro recogía lo que le faltaba por hacer: “Después de la emoción a David le quedaba una visita, acompañado de Tomás, al abuelo Uco, que en casa esperaba noticias mientras se repone de sus achaques de salud”.



Se remataba la crónica abogando por la pronta recuperación del bueno de Uco… pero no fue posible. La cuesta abajo en su salud fue vertiginosa y aquel paisano grandón y noble, trabajador hasta el último día, comenzó a deteriorarse sin remedio. Y este jueves falleció.

Se apagó uno de los referentes de La Vecilla, el abuelo que permanecerá en el recuerdo eterno de sus nietos luchadores pues estos habían ya decidido mostrarle su respeto y cariño incorporando su apodo a su nombre de luchadores. Y así Tomasín salta al corro como TomasUco, David como DavizUco y Alberto como AlbertUco… y bien orgulloso que estaba el paisano de todos ellos.

Pero Uco fue, sobre todo, un enorme trabajador. Escuchar sus aventuras de trabajos por montes de media España con viejos camiones y los medios de viejos tiempos era un viaje apasionante a otra época, de personajes hechos de otra pasta. Noches de nieve y alimañas, de peligros, que Uco convertía en anécdotas para explicar cómo Maderas T. Sierra se convirtió en una de las empresas de referencia de la comarca y su creador, Uco el de La Vecilla, un irreductible trabajador hasta más allá de los noventa años cuando una traidora enfermedad no le dio ninguna posibilidad de defensa.

Pasar por La Vecilla ya no será lo mismo. Tomar un café será menos ameno, agradable y sembrado de historias que compartir. Ahora la conversación tristemente girará en torno a la fulminante enfermedad de Uco.

Algo falta en La Vecilla.
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