Fallece el veterano periodista leonés Joaquín Nieves

Fue uno de los grandes referentes de la profesión durante la segunda mitad del siglo XX / Su capilla ardiente se encuentra en la sala 10 del Tananorio de Eras de Renueva

David Rubio
26/06/2020
 Actualizado a 26/06/2020
Joaquín Nieves. | MAURICIO PEÑA
Joaquín Nieves. | MAURICIO PEÑA
El fallecimiento del veterano Joaquín Nieves ha teñido de luto el mundo del periodismo leonés. Referente desde las épocas en las que los periodistas de esta provincia se contaban con los dedos de una mano, la vocación de Joaquín Nieves despertó el 3 de enero de 1944. Ese día esperaba al tren en la estación Barco de Valdeorras. Pronto ingresaría en el ejército para cumplir su servicio militar en Santiago de Compostela, pero antes debía presentarse en la casa de reclutas de esa localidad orensana. En medio de una impresionante nevada, esperaba por el tren que le llevara a Villamartín de Valdeorras, donde su familia pasaba las fiestas de Navidad. En la estación coincidió con Benedicto Conde, un fotógrafo que venía de realizar por aquella zona un reportaje de contundente título: ‘Penuria en la alta montaña gallega’. Los dos se cansaron de esperar por el tren que, aquel día, se cobró cientos de víctimas mortales al pasar por el tristemente famoso túnel número 20, el que se encontraba junto a la localidad leonesa de Torre del Bierzo. Entonces, aunque aún faltaran bastantes años para que ingresara en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, «ya tenía el carné verde de colaborador en prensa escrita», advierte Joaquín Nieves.

Lo había conseguido gracias a los trabajos que había ido publicando en El Faro de Vigo, reportajes, en su mayoría, sobre diferentes temas históricos que habían interesado al que era director de la veterana cabecera gallega, «don Blas Agra», cuyo nombre recordó siempre perfectamente Joaquín Nieves y que pronunció con la misma solemnidad que los del resto de directores que tuvo a lo largo de su trayectoria profesional.

Aquel 3 de enero de 1944, en la estación de tren de Barco de Valdeorras, se empezó a forjar la verdadera carrera de quien se acabaría convirtiendo en todo un maestro del género del suceso. Con la inquietud propia de sus veintitantos años, acaso con la inquietud del que estaba a punto de empezar la mili, Joaquín Nieves preguntó a todos los que trabajaban en la estación el motivo de aquel retraso. No le dieron ninguna respuesta firme pero sus rostros evidenciaban nerviosismo. Al poco tiempo, anunciaron a los viajeros que buscasen otro medio de transporte porque el tren había sufrido un accidente al pasar por Torre del Bierzo.

Acompañado por el fotógrafo Benedicto Conde, Joaquín Nieves consiguió que les dejaran subir en una de las máquinas que en aquel momento partían desde Barco de Valdeorras hasta el lugar del accidente. No pudieron llegar más que a Toral de los Vados, donde les dio el alto un destacamento de regulares que había tomado el control de la vía: «Aquella era entonces una zona de muchos huidos y habían traído soldados de África para intentar capturarlos», recuerda Nieves, que después continuo el camino a pie, en medio de la nevada, hasta el fatídico túnel número 20. En medio de la confusión propia de la que sin duda era la peor catástrofe que se había vivido en la comarca, consiguió ponerse en contacto con la redacción de El Faro de Vigo. Aun hoy, no se conocen con certeza los datos de aquel accidente. Para algunos, fue la dictadura franquista la que silenció interesadamente sus gravísimas consecuencias. Para otros, como es el caso del propio Joaquín Nieves, fue simplemente la tierra desprendida la que se tragó, además de las vidas de los pasajeros, las causas de aquella desgracia.

Lo cierto es que Joaquín Nieves fue el periodista que más consiguió acercarse al lugar del accidente. Con ello, logro también que su información fuera adquirida por la Agencia Mencheta y que, entre otros, la publicara el diario ABC. Con aquel gran acontecimiento de Torre del Bierzo, triste para todo el mundo pero también jugoso para un periodista, comenzaba la carrera en el genero de los sucesos de este gallego de Verín (Orense). «Era lo que menos me gustaba. Prefería los deportes y los reportajes, pero lo que pedían en los periódicos era taller, y había que hacer un poco de todo», dice él, que aún conserva una lista de las víctimas de aquel accidente y se enfada enseñando reportajes que se han publicado tiempo después con fotografías que no son las del tren de Torre del Bierzo. «Incluso asistí al juicio que se celebró en Ponferrada y que presidía el que entonces era juez de Ponferrada, don Manuel Pérez Álvarez», concluye el periodista, dispuesto siempre a rebatir a cualquiera que se atreviera a formular cualquier consideración relacionada con la censura de la dictadura.

Desde entonces, Nieves quedó ‘enganchado’ al periodismo en general y al género de los sucesos en particular y colaboró en los principales medios de comunicación de la época. Jubilado, paseaba con su perro escuchando emisoras de la policía y avisando de posibles noticias a aquellos que tuvimos la suerte de ser sus amigos.



Su capilla ardiente se encuentra en la sala 10 del Tatanorio de Eras de Renueva. La misa funeral tendrá lugar este sábado a las 11.30 horas en la Iglesia del Mercado de León capital.
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