Fallece 'El Cuadrao' de Gete, recordado tratante de ganado y gran campeón de bolos

Vitorino de la Puente tenía 94 años, fue uno de los primeros campeones de España de bolos y fue un personaje muy querido en la comarca del Torío

Fulgencio Fernández
10/04/2023
 Actualizado a 10/04/2023
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Vitorino de la Puente, conocido por todos como El Cuadrao de Gete, falleció en la noche del domingo a los 94 años de edad. Era uno de los personajes más conocidos y queridos de la comarca del Torío, tanto en su municipio de nacimiento, Cármenes, como en Matallana de Torío, donde se había afincado hace unos años y a uno de cuyos bares, El Capitol, acudió prácticamente hasta el último día para jugar la partida al tute, en el que era un gran maestro, y leer el periódico en voz alta, con unos socarrones comentarios para provocar el debate y la conversación, fundamentalmente hablando de fútbol, donde seguirán muchos haciendo algo que era una seña de identidad suya, poner los nombres de los futbolistas en femenino: La Ronalda, la Benzema, la Levandoska, la Simeona… comentarios que jamás eran controvertidos pues era tan conocida su capacidad de crear buen ambiente como su prodigiosa memoria, capaz de recordar la edad y hasta la fecha de nacimiento de las gentes de su comarca y un jugoso arsenal de anécdotas acumuladas en una vida muy ‘movida’ debido a sus ocupaciones, tratante de ganando, y aficiones, fundamentalmente los bolos.

Vitorino había sido minero en su juventud, en Bardalla de Matallana, etapa de la que recordaba la dureza del oficio, las caminatas desde casa hasta el pozo; para saltar después al oficio de tratante, ejercido tanto de forma directa en las cuadras como acudiendo a todas las ferias y en ambos ‘campos’ se ganó fama de serio y justo. “De engañar no se saca nada; engañas un día y no te abren la puerta en años”, solía explicar.

En los bolos fue una verdadera institución, además de un impresionante jugador, de gran pulso y amigo de las bolas jugadas, bellas, altas… el bolo con más arte. Fue uno de los primeros Campeones de España, una competición que arrancó en 1974y él ganó en 1975 en la modalidad individual y dos años más tarde por parejas, con su paisano Eduardo.

Pero lo que más le gustaba era jugar por los pueblos, en concursos locales, y, sobre todo, mantuvo la llama de los bolos en su comarca, fundando el Club La Mediana y manteniéndolo hasta sus últimos años, haciendo todo el trabajo de infraestructura, adelantando dinero y financiándolo con un recordado Campeonato Comarcal que ya supera las 50 ediciones y que desde el año pasado lleva su nombre, después de un emotivo homenaje ideado por su mano derecha a la hora de organizarlo, Juan Fernández. Era famoso su viaje a León (con Rafa) para buscar los trofeos pues era el único campeonato en el que había más trofeos que participantes, por lo que era muy apreciado en la zona y nadie faltaba al comarcal; donde se repetía un comentario, que las bolas que más recuerdan a las del Cuadrao son las de su hijo Isidoro.

Y tan maestro como a los bolos era al tute y el dominó. Es famosa su costumbre de echar cartas o poner fichas por adelantado pues tenía todo controlado y cuando alguien protestaba siempre decía aquello de “no tienes otra que jugar, y si la tienes peor para ti”. Y, cierto, no había otra que jugar. En los últimos años jugaba menos al dominó pues requiere mucho “control” y “ya tengo más de noventa años”.

Hombre de costumbres fijas cuando se iba a ir hacia casa no dejaba a su hija que le pusiera el abrigo, “eso no es cosa tuya” pues tenía un pacto con Luci y Joaco, los del Capitol, que echarán mucho de menos no poder hacerlo este martes cuando abran nuevamente el bar a la hora de las partidas… y Vitorino no esté.

Cierto que no era perfecto. Las caravanas que montaba detrás de su famosa DKW (la Cauve, que decía él) son una leyenda en la comarca. Y es que este buen paisano no sabía lo que era la prisa.
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