Fabero ya es oficial Bien de Interés Cultural Etnológico

Incluye seis enclaves que son protegibles a partir de ahora, Pozo Viejo, Pozo Julia, Mina Alicia, Mina Negrín, Poblado de Diego Pérez y línea de baldes

M.I.
22/04/2021
 Actualizado a 22/04/2021
Fragua restaurada en el Pozo Julia de Fabero. | ICAL
Fragua restaurada en el Pozo Julia de Fabero. | ICAL
El Consejo de Gobierno  de la Junta de Castilla y León ha aprobado la declaración de la Cuenca minera de Fabero como Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Etnológico. Este nombramiento pretende valorar y proteger el sistema patrimonial de esta cuenca minera en su conjunto formado por seis enclaves, Pozo Viejo, Pozo Julia, Mina Alicia, Mina Negrín, Poblado de Diego Pérez y Línea de baldes e itinerarios.

Este espacio se configura como un Conjunto Etnológico integrado por un gran número de enclaves de “evidente interés patrimonial”, explica la Junta enfatizados “con la labor de la comunidad social, agentes activos en la tarea de conservación, transmisión y difusión”.

La actividad minera desde mediados del siglo XIX hasta hace apenas dos décadas, ha modificado el relieve, la vegetación, la hidrología, la fauna, así como en la peculiar conformación de los asentamientos humanos y de las infraestructuras del territorio.

Toda esa actividad generó una serie de infraestructuras relacionadas que “desde el punto de vista patrimonial, se consideran de un valor relevante, y por lo tanto protegibles, tanto los edificios e instalaciones de dichos enclaves como la maquinaria para la actividad desarrollada en ellos, los elementos originales de señalización de los diferentes usos que ayudan a su comprensión y los elementos muebles asociados a las diferentes actividades”.

El valor patrimonial singular y relevante de estos elementos se complementa con lo que aporta la comunidad social radicada en Fabero “un grupo social cohesionado y activo, heredero –en muchos casos de modo propio y directo, y en otros generacional- de la actividad minera vigente hasta hace escasos lustros, que los convierten en agentes activos de una tarea de conservación, transmisión y difusión”.

Las galerías y pozos mineros, los castilletes para acceder al subsuelo, las salas de máquinas, los lavaderos y clasificadores del mineral, las instalaciones para los mineros, las dependencias administrativas y de gestión, los centros asistenciales y de abastecimiento y las infraestructuras viarias y de conexión de los procesos de transporte del material extraído, conforman el potencial del Bien de Interés propuesto así como la evolución de las técnicas mineras a lo largo del tiempo que ha generado también otros paisajes singulares, como el de La Gran Corta.

A estas instalaciones hay que añadir agrupaciones de viviendas de nueva planta destinadas a los operarios y lo servicios que generaban. Esos mineros también forman parte de este patrimonio “merecedor de ser protegido, conservado, puesto en valor y activado como recurso patrimonial, al que es posible asociar una intensa carga cultural, social y económica”, dicen desde la Junta.
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