Eva María Barbado: "El principal problema en la música es la falta de trabajo"

Eva María Barbado vive desde hace dos años en Estados Unidos, donde toca en la Civic Orchestra de Chicago

D.L.M.
07/09/2017
 Actualizado a 13/09/2019
eva-maria-barbado-musica-6917.jpg
eva-maria-barbado-musica-6917.jpg
Eva María Barbado descubrió la música con seis años, cuando un grupo de personas llegó a su colegio para realizar audiciones de ingreso para ser miembro del coro. «Me dijeron que poseía aptitudes musicales y que debía estudiar música», reconoce ella, por lo que al año siguiente «mi madre me presentó a las pruebas de acceso al Conservatorio». El violonchelo «me enamoró por su sonido», explica esta leonesa a la vez que reconoce que al principio «ni siquiera sabía lo que era».

Desde entonces, hasta hoy, no ha dejado la música, aunque los obstáculos con los que se encuentra, como todos, son muchos. «El mayor obstáculo es la manera en la que la música está considerada en nuestra sociedad», lamenta y «el principal problema es la falta de puestos de trabajo a los que poder optar».

Para poder vivir de la música, ella vive desde hace dos años en Estados Unidos, donde toca en la Civic Orchestra de Chicago, una de las grandes recompensas a su trayectoria. Tener la oportunidad de hacer música y poder estar en contacto con músicos y directores de primer nivel es para ella «verdaderamente motivador y enriquecedor», por lo que «cada día lo estoy viviendo como un verdadero regalo».

Pero el futuro de la música en España lo ve de manera «escéptica», tanto por las condiciones laborales como porque «las plazas vacantes se cubren mediante bolsas de trabajo», algo que repercute, asegura, «en el nivel de la orquesta». Tampoco ve bien la situación de León, ya que «en lugar de crecer la oferta musical, ha ido disminuyendo hasta el punto de existir una lucha por un edificio apto para los estudios musicales en nuestra ciudad». Eso sí, valora a «todos aquellos profesionales de nuestra ciudad que han influenciado en mi formación como motivación musical».

A los que se debaten entre si apostar o no por la música, les diría «que persigan sus pasiones» porque «todo esfuerzo tiene su recompensa».

También tiene un sueño en el que no deja el violonchelo, hacer el Camino de Santiago con él como hizo hace años un chelista norteamericano. «Me pareció una idea fantástica» y «me fascinaría tener la oportunidad de poder tocar en tales parajes naturales y vivir semejante experiencia personal», confiesa.

En cuanto a la música comercial que reconvertiría en clásica, lo tiene claro, «ninguna». «Me gusta disfrutar de los diferentes tipos de música tal y como son, ¡no todo va a ser música clásica!»
Archivado en
Lo más leído