11/01/2022
 Actualizado a 11/01/2022
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No pretendo ahora hablar del sacramento de la Eucaristía, un sacramento que merece todos los respetos. Añadiré que el título de este artículo no es original. Lo oí no sé dónde y me pareció interesante. Es una forma de expresar aquello de «comulgar con ruedas de molino», es decir, con grandes piedras de granito redondas.

El diccionario dice que comulgar con ruedas de molino significa «creer o aceptar cosas imposibles de creer o de aceptar, sucumbir fácilmente a un engaño. Conociendo el diámetro de la rueda de un molino de agua, aunque es redonda como una hostia, se comprende lo difícil que sería de tragar».

Pues bien, por muy imposible que esto parezca, en la realidad, al menos de manera simbólica, esto se cumple con bastante frecuencia. Los que hemos tenido la suerte de nacer en una época en que el estudio se tomaba en serio y hemos podido recibir una formación bastante completa y equilibrada, adquiriendo un sano espíritu crítico y sentido común, además de la experiencia que dan los años, no somos los mejores candidatos a comulgar ya sea con ruedas de molino o con su equivalente. Nos resulta relativamente fácil descubrir la falacia, la demagogia, la mentira, la cara dura, o tal vez la ignorancia e inmadurez, de quienes pretenden hacernos creer sus mentiras.

Vivimos en una sociedad en la que la mentira campea a sus anchas a todos los niveles. Al más alto nivel están los que pretenden ofrecernos un nuevo orden mundial, aparentemente admirable, pero perverso. A nivel nacional tenemos unos gobernantes que pretenden imponernos su visión sesgada y manipulada de la historia, así como la imposición de una serie de ideologías que afectan seriamente a la defensa de la vida, a la familia, a la economía, a la religión, a la moral, a la educación, a los medios de comunicación, al ocio, a la unidad de España… No vamos ahora a entrar en detalles, pero la lista sería interminable. La izquierda las propone y una derecha acomplejada las mantiene. Y el que no piensa como ellos es un facha, un homófobo, un fascista, un retrógrado, no es demócrata…

Afortunadamente hay mucha gente que se da cuenta de esto, que no comulga con ruedas de molino, pero desgraciadamente, de momento al menos, es minoría. Entre tanto es una verdadera plaga la de los que son vilmente manipulados, engañados… Mientras desciende el número de los que van a misa y comulgan al menos por pascua florida, otros son de comunión diaria en cuanto a su fervorosa participación en la ‘eucaristía granítica’.
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