24/11/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Guardar
Si jugamos mal y perdemos, nos quejamos. Si jugamos bien y perdemos, nos quejamos. Si jugamos regular y ganamos, nos quejamos. Y cuando juguemos bien y ganemos, también habrá quien se queje, porque tener algo por lo que quejarnos nos chifla. Y si no lo tenemos,pueslo buscamos o nos lo inventamos, ya que criticar, y quejarse son dos de los deportes nacionales más practicados y seguidos. Y esta tendencia parece que no cambia como lo están haciendo los gustos políticos de los ciudadanos.

Otra cosa que nos encanta y que también es ya una bien posicionada disciplina de masas es lo de poner banderas y etiquetas a todo.Si te peinas con raya al lado eres, según esta asumida norma, posiblemente un pijo de derechas. Y si llevas un foulard de colores y una visera de ala muy corta, pues serán un instruido bohemio progre, como está también no escrito.

Y no sólo tenemos que poner cartelito a las personas, sino también a las cosas y a los lugares. Si tenemos, por ejemplo, un paraje, un sitio chulo, no nos basta con cuidarlo, respetarlo y aprovecharlo. No. Hay que emplear el tiempo a que pongan cien mil etiquetas sobre él como Área Protegidísima, Bien de Mucho Interés, Zona de Especial Protección de Ranas, Hábitat del Urogallo y la Urogalla, Patrimonio del Mundo Mundial, Reserva que teCagas, Timba de Interés Regional... y así, cuando vengan todos esos turistas atraídos por los cartelitos y vean los muchos recursos que hemos dedicado a cuidar nuestro precioso paraje etiquetado, ya verás qué risa.
Lo más leído