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Éticas y legitimidades

14/06/2020
 Actualizado a 14/06/2020
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El líder del PSOE en Castilla y León, el fustigador Luis Tudanca, utiliza cualquier agujero para convertirlo en nido de ametralladoras. Debe ser genético en su ADN político. Obsesionado con presidir la Junta de Castilla y León –algo lícito, por otro lado– lo aprovecha todo, como en las cocinas domésticas de poco presupuesto. No importa texturas y sabores. Ya se sabe que con los sobrantes de la mesa suelen hacerse croquetas de indefinido paladar.

Pues eso es –aprovecharlo todo– lo que ha hecho el ‘number one’ de los socialistas regionales ante la reapertura, en la Audiencia Provincial de Salamanca, de la causa sobre las primarias del Partido Popular en Castilla y León de 2017. Entre puñetas y togas deberá sustanciarse, si ha lugar, el origen –o el nido– de las cuotas de algunos afiliados para que pudiesen ejercer su derecho al voto. Fue la famosa y primeriza consulta, que resultó un paseo militar para Alfonso Fernández Mañueco. Arrasó. Ahí están los números. Y cuentan que Herrera y su ‘troupe’ se llevaron un disgusto. Eso dicen, vaya usted a saber. En cualquier caso, el agua pasó y el molino sigue.

De manera que Tudanca, conocedor de la reiniciada investigación judicial, puso a trabajar la batidora para la masa de las croquetas y señaló que el PP es un «sospechoso habitual en los casos de corrupción». ¡Anda! Y, a continuación, lo remachó señalando que Mañueco «no parece que esté muy legitimado para tener un comportamiento ético como presidente de la Junta». ¡Toma ya! El adalid autonómico y acólito confeso de Pedro Sánchez se puso estupendo, que dicen los pijos más pijos elevados a la enésima potencia.

Que el PSOE hable de la corrupción ajena –es la machacona moviola de la izquierda– cuando gente de su partido, en Andalucía, se gastaba a paladas el dinero público en putas y drogas, es una boutade desafortunada. O que el fraude de los ERE y los cursos de formación en la misma comunidad, con un montante de cientos de millones de euros… en fin.Y ahora, estos días, resulta que, presuntamente, a su vez tienen ‘barro’ con la trama Púnica, en Madrid. Pero, claro, los chorizos son los demás a pesar de que ellos también pisen el pódium de la corruptela y la moqueta de los mangantes.

Y lo de invocar eso de la legitimidad y la ética para erosionar la figura de Mañueco es una miserabilidad. No tiene un pase. Porque para deshonesto e ilegítimo el inquilino de La Moncloa, Pedrito ‘el Terrible’, al que –como ya está demostrado– le da igual Juana que su hermana. El mismo que miente como un bellaco y el sujeto que se descojonó de sus propios votantes al aliarse con Pablo Iglesias, ese que no le dejaba dormir ni con colchón nuevo. Y Tudanca habla de ética. Qué chungo.
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