Eterna burocracia

León tiene muchos proyectos pendientes desde hace años. En ocasiones, su bloqueo se ha debido a falta de voluntad política o a estrecheces presupuestarias, pero otras veces son los trámites administrativos y los técnicos quienes hacen que se eternicen

Iniciativas guardadas en un cajón, otras a medias y otras que por fin dan sus primeros pasos a la hora de tramitarse
18/07/2021
 Actualizado a 18/07/2021
No descubrimos novedad alguna en estas líneas si decimos que hay un amplio abanico de proyectos pendientes en nuestra provincia desde hace décadas. Podemos enumerarlos y tener la sensación de vivir en un bucle perpetuo formado por la integración de Feve, las autovías a Valladolid o a Orense, la ronda noroeste de la capital, la apertura de la variante de Pajares, los parques comarcales de bomberos, la plataforma de Torneros, la rehabilitación de la azucarera. Algunos de ellos han estado años en el limbo, otros están a medias y otros acaban de dar sus primeros pasos administrativos. Cierto es que en muchas ocasiones este tipo de proyectos dependen de la voluntad política de quien gobierne o de la disponibilidad presupuestaria, pero también hay que tener en cuenta la maldita burocracia, que otorga una lentitud irritante a cualquier iniciativa que tenga que ver con lo público. Aunque no es habitual que lo digan en público, esto es algo en lo que coinciden casi todos los políticos y el presidente de la Diputación lo verbaliza en la entrevista que publica este periódico. No parece razonable que, existiendo voluntad política, los plazos administrativos y el trabajo de los técnicos puedan encargarse de demorar durante años proyectos que resultan fundamentales para la provincia. Dicho esto, la burocracia no puede ser en ningún caso la excusa para que ni uno solo de esos proyectos tenga grandes avances.
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