Los representantes de los agricultores advierten de que la mitad de la cosecha se la juega los próximos días y si algo de lluvia y temperaturas moderadas pueden lanzar la producción, la ausencia de precipitaciones y un calor excesivo darían al traste con todas las expectativas. Eso sí, no se espera la debacle que originó la sequía del ejercicio 2017.
El departamento que dirige la vallisoletana Isabel García Tejerina recoge en sus avances de superficies y producciones del segundo mes del año al que ha tenido acceso Ical la primera estimación de cosecha en la Comunidad, que sitúa en los 5,61 millones de toneladas (trigo, cebada, avena y centeno), lo que supondría un aumento respecto a la desastrosa del ejercicio pasado del 110 por ciento, es decir, más de doble de los 2,67 millones de toneladas que se recogieron la campaña pasada.
Los datos que facilita el Ministerio del campo apuntan a que la cosecha de trigo de la comunidad podría alcanzar los 2,95 millones de toneladas, un 196,2 por ciento más que en 2017; y la de cebada, los 2,24 millones, con un avance del 230,2 por ciento. Asimismo, de avena se esperan 221.164 toneladas y de Centeno, 195.154, un 186,8 y un 259,2 por ciento más que en la campaña pasada, respectivamente.
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, afirmó a Ical que una estimación de rendimientos medios por hectárea de 3.000 kilos sería “acertada” según está plateada la cosecha en estos momentos, con lo que se aproximaría a entre 5,6 y seis millones de toneladas. Sin embargo, incidió en que “todo está abierto” y según evoluciona la meteorología los próximos días, “se puede mejorar o empeorar”.
Al respecto, recordó que aún es primeros de mayo y “de lo que haga en este mes y primeros de junio, depende todavía hoy el 50 por ciento de la cosecha de secano que puede haber en Castilla y León” porque “el de regadío está asegurado”, dijo.
Dujo reconoció que en estos momentos el campo “está bien presentado” pero repitió que falta todo el mes de mayo y junio. “Un buen golpe de agua ahora, que lloviese en condiciones, permitiría un buen desarrollo, un espigado y granazón. El campo sigue necesitando agua. De que llueve en los próximos 8-15 días, a que no llueva cambiará mucho todo”.
El responsable de La Alianza UPA-COAG, Aurelio González, consideró que según está el campo en estos momentos, la primera estimación gubernamental puede ser “correcta”. “A la espera de cómo venga el próximo mes y medio; tal y como está presentada, puede ser una cosecha normal y corriente”, dijo a Ical.
El líder agrario constató que en algunas zonas las siembras se produjeron “en malas condiciones y no será un buen año a pesar de lo que haya llovido”, aunque “gran parte de la Comunidad está con una cosecha normal, si remata bien el año”. “La estimación puede ser correcta y que el año sea normal, porque hay parcelas muy buenas y otras muy malas”, comentó.
González insistió en que “queda este mes y el que viene y si viene un calor muy fuerte” se puede ir toda la cosecha al traste, y recalcó que “tiene que llover más porque en muchas zonas en 20 día necesitarán 20 litros de agua”. En resumen, a su juicio “el año está muy complicado” con parcelas con el terreno muy apretado por las condiciones de siembre, con tierras “buenas y malas” en el bajo Duero, Zamora y norte de Salamanca; con problemas de nascencia en Palencia, y en Burgos, con una cosecha más tardía. ”En el mejor de los casos pueden tener razón de que será una cosecha normal”, resumió.
El coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, también reconoció que la cifra aportada por el ministerio “si puede ser una estimación correcta, aunque hay zonas flojillas y de arenas que están sufriendo bastante con estos calores, aunque son pocas hectáreas, un diez por ciento”.
Al respecto, también vaticinó que “si llueve en quince días se recuperarán” y aseguró que “en términos generales, el cereal está muy bien planteado, pero si llega a mitad de mayo con mucho calor y no llueve, se quedará a la mitad”. “Quedan dos meses para que remate y dependerá de las temperaturas y de si llueve”. ”Si las temperaturas son frescas y llueve puede haber un cosechón”, dijo.
González Palacín concluyó que “puede ser una buena cosecha, aunque nunca se sabe si llegará”. “Mira que empezamos mal, mal, mal, pero ahora a esperar tocan, se puede ir a un cosechón o quedarse una cosecha normalita o baja, aunque lo del año pasado no va a ocurrir”.
Provincias
Por provincias, el primer avance de producciones de cereal en la comunidad, indica que la cosecha alcanzará las 250.175 toneladas en Ávila, un 258,2 por ciento más que en 2017; y la 398.395 en Salamanca, con un aumento del 167,5 por ciento. Asimismo, en Zamora las previsiones apuntan a un crecimiento de la recolección del cereal del 141,5 por ciento; y en Valladolid, del 138,3 por ciento, hasta las 429.419 toneladas, y las 815.461.El informe de avances revela, asimismo, que en la provincia de León se recogerán 406.738 toneladas y en la palentina, 773.675, también con crecimientos significativos del 124,9 y 116,9 por ciento, en cada caso. En cuanto a Segovia, las estimaciones indican que la cosecha subirá un 105,2 por ciento, con 395.450 toneladas; y en Burgos, la provincia con una producción más voluminosa, un 78,3 por ciento, con 1,53 millones. Por último, en Soria ascenderá a 601.146 toneladas, con un aumento del 77,2 por ciento.