Las dos principales imputadas por el crimen de Isabel Carrasco, Montserrat González y Triana Martínez, abandonarán mañana, al menos por una horas, su estancia en prisión preventiva como acusadas de asesinato para ser juzgadas por un presunto delito contra la salud pública a raíz de la droga intervenida en casa de la hija de la asesina confesa durante el registro autorizado y practicado la madrugada del día siguiente al crimen y detención. Se trata, en concreto, de 620,22 gramos de cannabis de una riqueza del 6,39%, sustancia que tendría un valor en el mercado de 2.865,41 euros. Además, según se recoge en las calificaciones provisionales del Ministerio Público, en la práctica de la diligencia de entrada y registro mencionada se intervino igualmente diverso material informático en el que se encontraron diversas fotografías de las acusadas junto con una plantación de marihuana que tenían en la localidad de Carrizo de la Ribera, en el huerto de la casa de la madre de la progenitora y abuela de Triana. Según el fiscal las acusadas poseían la droga para traficar con ella y pide para cada una dos años de prisión y una multa de 3.000 euros.
La defensa exculpa a la hija
Por su parte, la defensa sostiene que la sustancia hallada en casa de Triana era propiedad «exclusivamente de Montserrat» que la usó durante años con fines terapéuticos para aliviar fuertes dolores de espalda y rodillas como le recomendó una amiga, con la que compraba a medias la droga para ahorrar costes. No obstante, señalan que dejó de fumar marihuana unos meses antes del crimen y que nunca han traficado con ello, por lo que pide la libre absolución para ambas.
El juicio está previsto para mañana martes a partir de las 10 de la mañana en el Juzgado de lo Penal número 1 de los de León.