Estar / permanecer

Cuando vives algo y todo te parecen señales. Eso pasa. Como si hubiera frecuencias en el aire que mucha gente está sintonizando al mismo tiempo que tú. Eso crees. Por eso los que acaban de tener un bebé sólo ven carritos por las calles. O se cambia de coche y éste empieza a aparecer por todos lados. Y si te has roto una pierna se te revelan de pronto los que llevan muletas y usan sillas de ruedas, como si antes hubieran estado ocultos.

Así han venido algunas cosas a rodearme y a rodear un tema que llega tarde o temprano: la vida de nuestros mayores.

«Yo vengo aquí a despedirme. Soy viejo y calculo que no podré estar muchas veces ni mucho tiempo en situación de poner ante ustedes la pequeña realidad de mi poesía». Lo decía Antonio Gamoneda este lunes en un encuentro en el Centro Cultural Casa de Vacas del Parque del Retiro en Madrid. La aparente despedida está motivada por sus noventa años, y se entiende, pero el poeta aún está/permanece y dice cosas así: «no se escribe la vida, se vive la escritura».

En ‘Volver a dónde’, Antonio Muñoz Molina habla del envejecimiento de su madre. Y anota: «La vejez es una retirada lenta; un irse distraídamente de lugares a los que no se va a volver». Por eso hay un día en el que la madre cocina el último arroz caldoso, tan celebrado por los hijos, porque ya no hay destreza en sus manos, y la última tortilla, porque no tiene fuerzas para sostener la sartén.

Pero Clint Eastwood, noventa y un años, presenta su última película, Cry Macho. Detrás y delante de la cámara, y dice que, si lo deja, lo hará sin despedirse. De momento sigue teniendo ganas de todo y cada mañana se levanta pensando en su próximo proyecto. «Eso me da la vida», asegura. También José Sacristán recibe el Premio Nacional de Cinematografía (o el premio lo recibe a él), y tiene ochenta y tres años, lo que merece ser cierto y a la vez no lo parece.

La última señal en estos días ha sido una conversación con Jesús Carrasco en el Hay Festival de Segovia. Las relaciones familiares y los cuidados son el tema de su última novela: ‘Llévame a casa’. Es toda una reflexión sobre lo que significa ser eslabones de una cadena que no es otra que la de la vida.